El oficialista frente Juntos por el Cambio se apresta a transitar la campaña electoral, que comenzó formalmente ayer, enfocado en las actividades de gestión, con la prioridad puesta en la estabilidad de la economía y la decisión de dejar de lado por el momento los actos proselitistas y las arengas políticas.
Referentes de los tres comandos de campaña del oficialismo, el de Nación, que responde a Marcos Peña, y los de la provincia y de la ciudad de Buenos Aires, que siguen las órdenes de Federico Salvai y de Eduardo Macchiavelli, respectivamente, coincidieron en señalar que la carrera hasta el 27 de octubre tendrá un bajo perfil y dará prioridad a la tarea de gestión.
Los únicos que exhibieron hace días una mínima diferencia fueron los dirigentes del búnker del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que se impuso al kirchnerismo en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Días atrás, llamaron a salir a conquistar el voto de la zona sur, donde imperó el voto peronista. Larreta se reunió con vecinos del barrio de Villa Lugano y pidió concentrar esfuerzos en las comunas 4, 8 y 9, donde están los barrios que no lo acompañaron en las primarias, La Boca, Pompeya, Parque Patricios, Soldatti, Villa Riachuelo, además de Mataderos, Liniers y Parque Avellaneda.
En tanto, en el barrio de San Telmo, referentes de campaña dijeron que el presidente Mauricio Macri va a demorar los actos proselitistas y dará prioridad a las actividades vinculadas con su tarea como jefe de Estado más que a las de candidato.
"El Presidente le quiere dar prioridad a la gestión y a la estabilidad de los argentinos más allá de su reelección. Cree que es ese es el camino y lo más responsable que tiene que hacer es estar al mando", explicó uno de los asesores del comando de San Telmo.
El Presidente ya declaró que su intención es que "el proceso electoral dañe lo menos posible a la gente", en alusión a la crisis cambiaria que se agudizó, y luego se estabilizó.
El objetivo es que no haya demasiados actos, ni recorridas o timbreos, y que en su lugar haya encuentros de cercanía, como los que el jefe del Estado encabezó con vecinos de la localidad cordobesa de Monte Cristo por estos días. Fuentes oficiales informaron que tiene previstas actividades de esas características para los próximos días en Santa Fe y en Entre Ríos.
La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal tendrá también una agenda vinculada a la administración de la provincia y buscará salir a pedir el voto de aquellos que no la acompañaron en las PASO, pero "con bajo perfil", porque considera que "el clima social no está para hacer campaña". La mandataria eligió el viernes un centro de salud del partido bonaerense de Junín para visitar vecinos.
Los intendentes de Cambiemos fueron los primeros que salieron a pedir el voto apenas conocidos los resultados adversos de las PASO. Los que gobiernan distritos y los llamados "sin tierra" desplegaron todo su esfuerzo en retomar el contacto con los vecinos.
El jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti, organizó encuentros con empleados municipales, de un supermercado y afiliados de un club. Su par de Quilmes, Martiniano Molina, recorrió obras cloacales y anunció medidas económicas, con el objetivo de recuperar votos. El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, inauguró la Plaza de los Artilleros de Ciudadela.
"Apuntalar" a los que tienen más chances
Dirigentes del comando electoral del oficialismo reafirman que el objetivo central en la campaña debe ser "apuntalar" a los candidatos "con más chances de ganar" en sus distritos.
Para ello, los ministros y las principales figuras del espacio acompañarán a los dirigentes que mejor posicionados hayan quedado tanto en la compulsa por las intendencias como en la carrera por las bancas en el Senado Nacional y la Cámara de Diputados.
Pese a los magros resultados, en el búnker de Cambiemos hacen cuentas y afirman que en las dos cámaras "se pueden ensanchar las bancadas" del espacio para continuar siendo una fuerza de peso en el Congreso "gane quien gane la Nación".
La secretaria nacional del PRO, Sofía Brambilla, dijo, por su parte, que "hay mucho que mejorar después de las PASO" y que en el espacio "entendieron" el reclamo de las urnas del 11 de agosto. "Nos dimos cuenta que hay que escuchar más y hay una demanda clara de la gente que le cuesta llegar a fin de mes y que nos está pidiendo que escuchemos, algo que no supimos hacer", declaró.
La secretaria Sofía Brambilla encabezó un encuentro de 300 mujeres dirigentes del macrismo de todo el país en Parque Norte, en el que se fijaron los primeros lineamientos de campaña tras la derrota electoral en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) y se buscó hacer una autocrítica sobre los motivos del fracaso en las urnas. "Perdimos, no supimos escuchar", admitió la dirigente.