En la segunda jornada del juicio contra Claudia Moya (24 años, madre de tres nenas), acusada de causar la muerte de su marido Alfredo Turcumán (28) al darle un cuchillazo en el pecho durante una discusión ocurrida el 13 de junio del año pasado en la casa que alquilaban en Trinidad, Capital (el joven murió el 22 de ese mes), la madre del fallecido complicó a su exnuera. "Para mí no fue un accidente, ella siempre le decía a vos te voy a matar con un cuchillo", dijo ayer Gladys González ante el tribunal de la Sala III de la Cámara Penal.
El relato de González contradijo en varios puntos la versión que había dado la acusada en el inicio del debate, en la que buscó instalar la idea de que aquella vez hirió a su esposo por accidente y sólo para defenderse, porque él era el golpeador. Así, pretende derribar la hipótesis de que lo mató a propósito, tal como sostiene la acusación.
Ayer, la madre de Turcumán dijo que había visto muy feliz a su hijo cuando noviaba con Moya y que a ella en ese momento la percibió muy sociable. Pero cuando se casaron empezó a notar el marcado deterioro físico (lo veía con un ojo morado, el tabique nasal quebrado, rasguñado) y emocional de su hijo, que siempre le decía de manera recurrente: "Si me llega a pasar algo jurame que la vas a cuidar a Nayara (hija de Turcumán con otra joven)".
Tanto cambió la relación con su hijo desde que empezó a existir violencia en su matrimonio -explicó- que ella lo tenía que ver a escondidas y su exnuera hasta le prohibía ver a su nieta Nayara.
Según González, también le pareció recurrente que ella lo amenazara siempre diciéndole que lo iba a matar con un cuchillo. Y por eso no dudó en denunciarla cuando supo que su hijo estaba gravemente herido.
También declaró que no le constaba que su hijo fuera ezquizoafectivo y admitió que pagó, pero para que ambos se trataran.
Hoy, está previsto que declaren una hermana del fallecido, la pareja de la joven y un empleador de la víctima.
Rechazo a un planteo de la defensa
Previo a escuchar el testimonio de Gladys González, los jueces Eugenio Barbera, Maximiliano Blejman y Ernesto Kerman rechazaron (tal como lo propusieron los fiscales José Eduardo Mallea y Claudia Salica) un planteo del defensor oficial de Moya, Carlos Reiloba, para declarar inconstitucional el segundo párrafo del artículo 150 del Código de Procedimiento Penal que impide realizar preguntas "indicativas, capciosas y sugestivas" a los testigos. El tribunal entendió que ese artículo no viola ninguna norma constitucional.