Al juez Juan Carlos Caballero Vidal (h) le quedó la certeza de que la noche del 13 de julio de 2016, el exbombero de la Policía Juan Andrés Flores Zárate (45) se excedió en su legítima defensa al matar con un rifle de un tiro en la nuca a José Oscar Herrera (20) en una suerte de pasillo de una propiedad de su familia en la Villa Morrone, Chimbas. Y por eso lo condenó a 3 años y 4 meses de cárcel.

Así, el magistrado de la Sala I de la Cámara Penal desechó los planteos de las partes en el juicio. El fiscal Gustavo Manini consideró que el expolicía cometió un homicidio agravado por el uso de un arma que portaba sin autorización y por eso pidió que lo condenaran a 17 años, pues entendió que no se probó que Herrera se hubiera metido a robar en una casa abandonada de los Flores. El alegato y el pedido de pena fue compartido por el abogado de la familia de la víctima, Mario Padilla.

El defensor Gustavo Sánchez pedía la absolución. En su alegato dijo que Herrera se había metido con un cómplice a robar (destacó dos causas policiales de la víctima) y que su cliente no hizo más que defender sus bienes, su vida y la de su tía y prima que vivían en una casa contigua al lugar del hecho. También cuestionó que el juez del caso no hubiera ordenado capturar a ese otro sujeto que, en su opinión, fue a delinquir con el fallecido. Es más, dijo que ese otro posible implicado pudo ser quien mató a Herrera.

El fallo no dejó conformes a las partes, sobre todo a la familia del joven asesinado.

"No pueden darle 3 años. Tiene que pagar por lo que ha hecho y con esa pena no paga nada… a mi hijo lo mató de un tiro en la nuca a sangre fría. Seguro que le dieron esa pena porque es milico, la verdad, no entendemos nada", dijo entre lágrimas Lorena Escobar, madre del fallecido quien no supo explicar qué hacía su hijo esa noche en la propiedad de los Flores.

Ayer, anticipó que reclamarán ante la Corte de Justicia.