María Eugenia Vidal califica como "salvaje" el paro que desde hace casi dos semanas tiene a los chicos como "rehenes". La mujer que hoy lidera la pelea entre Cambiemos y los sindicatos sostiene además que "20 gobernadores están en desacuerdo" con que se convoque a una paritaria nacional, y los desafía a decirlo públicamente. "Sería bueno que lo digan."
En su despacho de la gobernación, donde resuenan las bombas de estruendo de la marcha sindical, la gobernadora dice también que un sector minoritario de la política "cree que tomar las calles es una manera de desestabilizar" al Gobierno. "El kirchnerismo -afirma- tiene mucho que perder en términos judiciales. Busca en tomar la calle, en la desestabilización, en la generación del conflicto, una manera de eludir a la Justicia."
-Mañana (por hoy) marchan todos los gremios a la gobernación, no sólo los docentes, ¿ve que es un reclamo legítimo o lo ve como una manifestación con ánimo destituyente?
-Los que marchan son parte de un frente gremial. No son todos… Me parece que en esta discusión honesta que nos tenemos que dar está también la representatividad real. Sin duda creo que hay un sector minoritario de la política que cree que tomar las calles es una manera de desestabilizar al Gobierno. Yo creo que la inmensa mayoría de los argentinos son democráticos. Creen en este gobierno, creen que debe terminar su mandato y no creen que esta sea la manera de afectar o dañar a un gobierno. De la misma manera que con un paro salvaje los afectados son los chicos. Tenemos que vincularnos de otra forma. Como sociedad, si no cambiamos como pensamos y seguimos pensando que la prepotencia e imponer nuestro derecho sobre los demás es el camino y no el diálogo.
-Usted le pidió a los dirigentes gremiales que digan si son kirchneristas. ¿Le hablaba a Baradel?
-Me estoy dirigiendo a todos los dirigentes gremiales que tengan filiación partidaria. Me parece que en un conflicto que ya lleva siete días de paro y tiene tres días más anunciados, en sucesivas reuniones donde además el primer paro se declaró diez días antes de que empezaran las clases, es evidente que hay en algunos intencionalidad política. No digo en todos, pero me parece que hay que poner las cartas sobre la mesa, como lo hice yo. Le dije a toda la sociedad de la provincia que no me importa perder esta elección por una discusión. No voy a especular. No estoy pensando en mi futuro cargo. Para dar esta pelea, como la de la policía o la del Servicio Penitenciario, es para lo que la gente me votó.
-¿Los chicos son rehenes?
-Definitivamente y no es la primera vez. La educación pública en la provincia se privatizó de hecho. Cada vez más familias de las que menos tienen hacen un enorme esfuerzo por llevar a sus hijos a una escuela vecinal, parroquial, para evitar que pierdan días de clases. Lo peor no es eso, lo peor es que no damos una discusión más profunda, que no es sólo que los chicos no estén en el aula o cuánto van a ganar los docentes, sino que cuando estén en el aula aprendan lo que tienen que aprender. Los resultados de las evaluaciones que ha hecho el gobierno nacional son malos. No estamos preparando a los chicos para la vida.
-De alguna manera usted es referencia de la paritaria que no hay a nivel nacional?
-Yo soy la gobernadora que lo dice públicamente, pero hubo casi 20 gobernadores que estaban en desacuerdo con la paritaria nacional. Sería bueno que lo digan públicamente. Hay muchos gobernadores que no están de acuerdo con que la Nación fije los sueldos que ellos tienen que pagar, no sólo la provincia o la ciudad de Buenos Aires. Yo ya dije hoy: vale la pena que viva en una base militar, que mis hijos hayan tenido que atravesar lo que pasaron el último año, si hago lo que me comprometí con la gente. Yo no especulo. No especulé cuando pedí las declaraciones juradas de los policías, cuando me peleé contra el juego, cuando hice la primera reforma del Servicio Penitenciario… No estoy viendo si esto me va a beneficiar. Creo que la educación pública no da para más.
-¿No está esperando la solidaridad de los gobernadores de su partido?
-No le dedico ni un segundo a eso. No me fijo en cuántos se solidarizaron… Me siento absolutamente apoyada por el Presidente y por el jefe de gobierno. No me siento sola en esta pelea por la gente: cada vez que estoy en contacto con la gente recibo su sostén.
-¿Y el radicalismo? ¿Espera también el apoyo de otras fuerzas políticas en esta pelea?
-El que tiene que apoyar es Cambiemos. Trabajo en equipo con Daniel Salvador, los dirigentes de la oposición cada uno evaluará cuál es su posición frente a la sociedad, no frente al gobierno de la provincia.
-¿Evalúa en algún momento dar todo el aumento por decreto y cerrar así la discusión?
-No me gustan las decisiones unilaterales. Voy a seguir apostando al diálogo. Ojalá que mañana funcionen y podamos avanzar.
-¿Comparte con el jefe de Gabinete que hay un clima destituyente hacia Macri?
-Yo creo que hay mucha gente en la Argentina que cree que cuanto peor, mejor, y lo han creído desde el 15 de diciembre pasado. Esa es la Argentina que queremos dejar atrás. Independientemente de si votaron o no a Cambiemos, la mayoría quiere vivir en una provincia democrática, sin prepotencia. Ese debate se va a dar este año: cuál es la provincia que queremos, si queremos ir para adelante o para atrás. Hay una parte de la provincia representada por el kirchnerismo que quiere volver atrás. Que va a hacer lo imposible por instalar que estamos peor. El kirchnerismo tiene mucho que perder en términos judiciales y eso no es consecuencia de este gobierno. Eso es consecuencia de su propio gobierno y tienen que rendir cuentas por eso. Buscan en tomar la calle, en la desestabilización, en la generación del conflicto que es una manera de eludir la Justicia. Y creo que eso se está viendo cada vez más claro. No vamos a responder de la misma manera. No vamos a especular.
Fuente: La Nación