Con 31 años de carrera, Paradise Lost, los pioneros británicos del metal gótico están de regreso con “Medusa”, su nuevo disco. Esencialmente, "Medusa" prolonga lo extremos, llevando a Paradise Lost hacia nuevos límites. Esta vez se zambullen en un sonido de mucha crudeza, canalizándolo también en el Metal Doom. En alguna medida, este trabajo está a tono con casi todo lo que está saliendo de Suecia considerado de la vieja escuela del Death Metal o el moderno Crust / Death Metal. Las voces de Nick Holmes y las lúgubres melodías del guitarrista Greg Mackintosh son parte fundamental en el resultado final de "Medusa".
La música es armónica, inteligente y las letras son excelentes. "The Longest Winter" y "Until The Grave" están hechos con un verdadero sentido del arte, de abismo interior, que no es muy común en la línea de música de la banda. Una vez más, era difícil no notar las melodías melancólicas y, por supuesto, la riqueza lírica. "Fearless Sky" es épica y te toma desprevenido al ser la canción con la que abren el disco. La canción que da nombre esta producción es una verdadera fiesta doomish.
Además de avanzar en un patrón de sonido mucho más grueso, "Medusa", muestra a Paradise Lost en un camino más profundo en su concepto.
La mayoría de las canciones de “Medusa” suenan seguras aunque no por ello dejan de tomar algunos riesgos, pero se distingue una cierta falta de variedad. "Blood And Chaos", la canción más optimista de Medusa, se sentiría menos extraña si Holmes sólo cantara en vez de gruñir. Luego “Until The Grave " se siente tan fuera de lugar, que hasta pareciera ser más un Lado B de “Draconian Times” (1995) que la canción final de un álbum opresivo como es este. Ese hecho se hace aún más ridículo cuando en la edición de lujo incluyen como uno de los bonus tracks a "Symbolic Virtue", que fue el Lado B del single "Blood And Chaos", sin en vez de Lado B o Bonus Track lo hubieran incluido en el disco original, habría hecho de “Medusa” una producción más fuerte. El resto del álbum es bueno, solo eso.
La producción y mezcla de Jaime Gómez Arellano entorpecen un poco el material. Más allá de eso, “Medusa” es Paradise Lost haciendo lo que mejor saben hacer.