En la última sesión de negociación paritaria, el sector empresario ofreció a los trabajadores vitivinícolas un aumento del 23% escalonado hasta enero de 2018 y una suma de $ 3.600 a pagarse de acá a diciembre. No obstante, el sindicato (Foeva) pedía un incremento del 32%. En base a ello es que los representantes de los trabajadores rechazaron la oferta y "ante la falta de flexibilidad para los aumentos que pedíamos es que decidimos levantarnos de la negociación", aseguró Luis Pedernera, vocero del sindicato. 

 

Cabe destacar que el acuerdo salarial comenzó hace algunas semanas, y el piso de los empresarios fue del 17% -inflación proyectada por el Gobierno provincial- y desde el sindicato era el 42%. De este modo, es que tanto uno como otro fueron cediendo algunos puntos. Sin embargo, para los empleados vitivinícolas el empresariado debería aumentar aún más, considerando la inflación y el atrasado salario de los obreros. No obstante, además del incremento del 23% que ofrecían las Cámaras también propusieron un cronograma anual a partir de marzo con una suma fija no remunerativa de $ 3.600 -la cual había comenzado en $ 3.000- más una suba de los viáticos a $ 457 diarios.

 

A pesar de todo ello, y de la modalidad de pago con sumas no remunerativas, el inconformismo sindical en cuanto al porcentaje de incremento de los básicos se hizo notar. Por ello la postura de del sindicato fue irse de la negociación cerrando la posibilidad de seguir negociando y convocando para hoy -jueves- a un plenario en donde decidirán un paro o movilización para la próxima semana. 

 

 

Walter Pavón, de Bodegas de Argentina, sostuvo que ésta es una paritaria compleja. "La negociación se basó en un valor que para el sector empresario era el correcto en un escenario vitivinícola complejo. Considerando la caída en el mercado interno, externo y aumento en el precio de la materia prima", justificó la postura.

 

Por lo que dijo que seguirán apostando al diálogo y está la disposición del sector para seguir negociando como todos los años, aunque ellos ahora están en libertad de acción. "Nosotros tenemos aún un margen para aumentar el porcentaje y los valores no remunerativos en concepto de refrigerio", completó Pavón. Finalmente, aclaró Pedernera, la discusión salarial de la industria vitivinícola entre Soeva (Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas Argentinos) y las Cámaras empresariales comenzó con el objetivo de que ningún empleado, sea de viña o de bodega, gane menos que el equivalente a la canasta básica total (13.155,83 pesos).

 

Así es que como el salario de viña está en un poco más de nueve mil pesos, el incremento que desde Soeva reclaman es del orden del 42%; "por lo tanto no podemos bajarnos más de lo que ya hicimos. De lo contrario, no hay salario que valga con la inflación que hemos tenido". 

 

Fuente: Los Andes