Los medios nacionales, provinciales e internacionales comunicaron recientemente que la Corte Suprema de Chile dejó sin efecto la resolución que decretaba la clausura definitiva del proyecto binacional Pascua Lama. Entre líneas pudo identificarse que la noticia no significaba de ninguna manera la posibilidad que la compañía retomara las actividades, sino que simplemente se abre la chance de revisar el fallo judicial, que no resulta un dato menor, debido a los diferentes traspiés que ha tenido el proyecto desde 2013.
Sin embargo, por el lado de la empresa Barrick, el reporte mensual para el mes de febrero sostenía que “en la actualidad, Pascua Lama no cumple con los criterios de inversión de la compañía”. Y agregaba: “La empresa planea llevar a cabo una reevaluación de las opciones para el proyecto durante 2019, mientras continúa los esfuerzos para reducir los costos de cuidado y mantenimiento”.
Podría interpretarse que más allá de la ventana de aire fresco que abrió la justicia chilena, los indicadores económicos y los grandes costos (actualizados) que viene afrontando la compañía en la zona cordillerana entre Argentina y Chile no alientan, al menos por el momento, a realizar ningún tipo de avance en materia de inversión.
Según se lee en el sitio web de la compañía, el plan de desaceleración planteado por Barrick luego de la paralización se está cumpliendo en los tiempos estimados. A su vez, consignan que la decisión de reiniciar el ritmo de construcción dependerá de una mejor economía y de una menor incertidumbre en relación a los requerimientos legales y regulatorios en Chile.
El desarrollo restante tendrá lugar en distintas etapas con programas de trabajo y presupuestos específicos. “Este enfoque facilitará una planificación y una ejecución más eficiente y un mejor control de costos. En el inter tanto, Barrick indagará oportunidades para mejorar los retornos ajustados a riesgos del proyecto, que incluyen alianzas estratégicas, royalties o acuerdos que generan ingresos”, señalaron desde la empresa.
Según ha trascendido en diversos medios nacionales, los ejecutivos de Barrick han señalado que “la compañía sigue enfocada en revolver problemas legales y ambientales” del mencionado proyecto. Además, en una visita a Chile durante febrero pasado, el CEO de la minera, Mark Bristow, reveló que la firma está analizando nuevas oportunidades de exploración y reevaluando sus operaciones y proyectos existentes en el vecino país.
En cuanto al emblemático yacimiento binacional, desde la firma explicaron que el objetivo sigue siendo avanzar en los tropiezos que ha tenido la iniciativa, al tiempo que realizan una revisión técnica de los parámetros del proyecto y su potencial futuro. Así, según señalaron en un comunicado, “como parte de ese trabajo se han realizado amplios estudios geoquímicos y geohidrológicos para un plan de gestión del agua que confiaba que sería aceptable para la autoridad ambiental”.
En tanto, durante su reciente visita al país trasandino, Bristow agregó que “Chile es un país amigable para los inversionistas que fomentan el desarrollo de proyectos mineros. Creemos que hay interesantes oportunidades, especialmente en la región de El Indio, y continuaremos trabajando en línea con nuestra estrategia de crear valor para todas nuestras contrapartes, incluidos los gobiernos y la gente de nuestros países anfitriones”.
“La compañía sigue enfocada en revolver problemas legales y ambientales en Pascua Lama, mientras analizamos nuevas oportunidades de exploración en Chile”.
Mark Bristow, CEO de Barrick
Relación binacional
Paralización de obras
Cabe recordar que en septiembre de 2013, tres años después de iniciadas las obras en Pascua Lama, la Corte Suprema de Chile ratificó un fallo de la Corte de Apelaciones de Copiapó, que había acogido un recurso interpuesto por opositores a la iniciativa minera. De esta manera se ordenó judicialmente la paralización de las obras y en consecuencia, la compañía anunció la desaceleración temporal de la construcción del proyecto.
Futuro trasandino
Barrick contempla y trabaja actualmente en diferentes proyectos en la cordillera chilena. La minera de capitales canadienses mantiene un yacimiento de cobre y oro en la región de Atacama: Norte Abierto, la que en conjunto con Newmont, se encuentra avanzado.
En paralelo está el proyecto Alturas, que adelantaron se acerca a entrar en su etapa de prefactibilidad, en una iniciativa que se encuentra en el área cordillerana de la Región de Coquimbo.