Delicias con clase

Mariana Baigorrí no solo ofrece productos que son la perdición de los golosos. Sino que enseña a hacerlos. Y ha elegido para eso, al mejor público, a los niños de la casa y por supuesto, los fanáticos de las Pascuas.

Su idea es que empiecen a disfrutar de las celebraciones, desde antes que comience. E inclusive que aprendan secretos de chocolatería y tengan ganas de convidar lo que ellos mismos han preparado. Por eso armó un taller de huevos de Pascua para chicos entre los 7 y los 16 años. A esta altura de las circunstancias la única fecha disponible que le queda es el jueves 14 en horario de tarde, el resto de los días tiene los cupos cubiertos. Inclusive no descarta hacer uno para adultos.

¿En qué consiste este espacio? Es una clase divertida y nutritiva: obviamente se puede ir probando lo que se va haciendo y se merienda! La idea es que en 4 horas y media, el participante experimente una doble propuesta que incluye hacer un huevo tradicional y uno relleno con torta. Y en este abanico, se aprende de todo un poco: a templar y trabajar el chocolate, a unir los moldes, a usar fondant, a hacer decoraciones, a preparar el budín de relleno, a manipular los productos, a manejar los tiempos pero además a elegir ingredientes de calidad y con buen precio.

Los resultados: no sólo ricos, sino además creativos porque se estimula a que uno de los huevos sea decorado con el formato del superhéroe o heroína que a ellos más les gusta.

"Estos talleres para teens los pensé porque no hay muchas actividades especialmente pensadas para ellos, mucho menos en el ámbito gastronómico. La respuesta es impresionante porque hay muchos interesados. Todos se van felices de volver a casa con su propio huevo de chocolate”, explica la pastelera que no es novata en la experiencia de abrir su cocina para que otros aprendan ya que desde hace un tiempo que empezó con un espacio similar con niños y adolescentes para el armado de sus tortas de cumpleaños.

Ella, en gran medida, se inspiró en sus inicios como pastelera. Su primer emprendimiento, junto a una amiga y compañera de la facultad, fue vender justamente huevos de chocolate cuando eran estudiantes. Está convencida que algunos aprenden porque les gusta, pero para otros es una forma de "incorporar un oficio”, dice feliz.

No hay que llevar nada. Ni utensilios ni ingredientes. El valor del taller ($3500) incluye todo. Por supuesto, cada uno se lleva a casa sus dos productos terminados y un anotador con la receta, para poder repetirla cuántas veces se quiera.

Para los que no van a ir a las clases, Mariana Baigorrí desde su emprendimiento Comeme Pastelería con Diseño no los ha dejado abandonados ni a la deriva. Ha preparado una carta de huevos de chocolate con diferentes rellenos: uno de chocolate negro (con brownie, dulce de leche, nutella, golosinas y chocolates Block y Graffitti y crema de chocolate), otro de chocolate blanco (con bizcocho de crema, salsa de frambuesa, leche condensada, crema de chocolate y frambuesas bañadas en chocolate, decorados con un macarons) y una versión infantil con relleno de pasta de chocotorta y variedad de golosinas. Cualquiera de estos huevos cuesta 1400 pesos.

También va a preparar, pensando en los más tradicionales pero que se animan a probar sabores distintos un huevo de chocolate blanco saborizado con pistachos y rellenos de mini macarons y otro de chocolate con leche saborizado con galletitas Oreos, relleno con alfacookies americanas (alfajores de galletitas con chips de chocolates). Cada uno pesa unos 300 gramos y cuestan $900.

Como buena pastelera no podía faltar en su emprendimiento una rosca que combina en su interior crema pastelera, dulce de leche, chocolates de marcas y frambuesas bañadas en chocolate. El precio: $1400.

El dato: Hay productos de los que no va a tener stock, por ende solo se consiguen por encargue. Para eso hay que contactarse al 2644 71-0373 o en la tienda ubicada en Manuel Zavalla 686 (N) (ex calle Cabaña) en Rivadavia.

 

Chocolates de otro mundo

Lo que Leandro Tripolone hace, realmente parece sacado de un museo de arte contemporáneo. Es que sus productos asemejan cuadros y pinturas y nada tienen que envidiarle a verdaderas obras de arte y por supuesto, de sabor, que no es algo menor para este profesional.

Por eso es que el primer paso que da este experto chocolatero, pastelero y heladero, es elegir la materia prima. Esta vez eligió chocolates de Francia (de la línea ValRhona), de Bélgica (el Callebaut) y uno que trajo de su último viaje de Ecuador (de la marca República del Cacao). "Todos son chocolates de altísima calidad que por ende aseguran un producto sinigual”, explica. Y aunque él no lo ponga en palabras, nobleza obliga decir que por supuesto, su mano talentosa y su buen gusto hacen el resto.

Una vez que ha resuelto el material comestible -NdR: hay veces que hasta él mismo prepara el chocolate para satisfacer a clientes veganos por ejemplo, cosa que no podrá hacer esta vez por falta de tiempo- pone manos a la obra: pinta a mano, usa aerógrafo, esponjas y pinceles para dar distintas texturas de acabado, recurre a estampar con stencil y hasta hace un acabado similar al terciopelo con una técnica de pastelería fina y de vanguardia. Inclusive aplica conceptos de colorimetría, degradé de tonos y hasta efectos visuales para que se vean estéticos y llamativos.

Podría pensarse que con semejantes detalles estos huevos y conejos de chocolates están terminados. Pero no es así. Falta contar que están rellenos con mini bombones y pequeños macarons, también de su autoría.

Los productos se consiguen de diferentes tamaños, desde los 150 gramos hasta huevos de chocolate de 1 kilo, a un precio que va desde los $900 a los $4500. Vienen en packaging especial para regalar.

El dato: Pese a los muchísimos diseños que propone Leandro, sus productos no se pueden personalizar porque no podría cumplir con todos los pedidos. Si se puede seleccionar el modelo que a cada uno le gusta, al retirar la compra.

Para adquirir sus productos de Pascua hay que contactarse con un link que lleva a su tienda virtual a través de su perfil de Instagram (en esta red social se lo encuentra con su nombre y apellido) o por WhatsApp al 2645473683.

 

Tallados que logran distinguirse

Como cada vez que se acerca una fecha especial, para estas Pascuas, Gabriela Benítez dueña de Distinguidas Chocolatería Fina, apeló a una "Edición Limitada” de sus chocolates. Esta vez saldrán huevos de pascua con diseños geométricos y, como si fuera poco, coloreados en tonos metálicos, la última incursión de esta emprendedora curiosa. Todas estas características, los convierten sin lugar a dudas en productos muy diferentes y muy interesantes.

Estos huevos de chocolate tienen un peso de 250 gramos cada uno, son elaborados con chocolate semiamargo, rellenos de lentejas de chocolates y bombones artesanales pintados en tonos tornasolados. Se presentan en una caja que los hace más vistosos aún, ideal para regalarlos. El precio es de $1300.

Si bien parecen tallados a mano, o hecho milimétricamente con reglas, escuadras y compás, entre otros elementos de medición, no hay nada de eso. Gabriela confiesa que utiliza moldes texturados adquiridos en Italia. "Tengo la suerte de tener una hermana viviendo allí y permanentemente me envía materiales que son tendencia en Europa en el rubro de la chocolatería”, explica la mujer que divide sus rutinas en tres aspectos: familia, profesión (es psicóloga del Área de la Mujer en el departamento de Ullum) y la chocolatería, un hobbie que con el paso del tiempo y la demanda de quienes probaban sus bocaditos se convirtió en emprendimiento. Esto la obligó a la convivencia de los libros de Psicología con los de gastronomía, a tomar cursos básicos de capacitación en chocolatería con especialista, a destinar horas y horas a templar bloques de pasta de cacao e incursionar en las técnicas para trabajarlo.

"Cada producto es pensando para llegar a todo tipo de público, para quienes disfrutan del placer del chocolates como producto de calidad y buen gusto, pero también con cuidado absoluto de cada detalle estético”, invita a probar, esta hacedora.

Bajo la misma marca -Distinguidas Chocolatería Fina- se pueden adquirir chocolate en rama, tabletas de chocolate con arándanos, pistachos, almendras, quinoa; al menos 15 variedades de bombones rellenos, Corazón Sorpresa y mix de chocolates.

El dato: Los productos de Distinguida se pueden encargar en redes sociales (Instagram: Distinguidas_sj y Facebook: Distinguidas San Juan) o al teléfono 2644683354.

 Una pinturita

Camila Valverde no es artista plástica, pero poco le falta. Prolija, detallista y con una mirada estética única le imprime a sus productos alimenticios una cuota de creatividad y de buen gusto. De hecho, está fascinada por poder pintar a mano uno por uno, dibujarlos o hacerles decoraciones y terminaciones que dan la sensación de que están hechos de materiales semejantes a la vitrofusión o las estampas textiles, aunque también simulan haber sido calados con arabescos, solo por dar algunos ejemplos visuales.
Verdaderamente sus huevos de chocolate son de autor, como ella misma los llama. Tienen diseños originales e irreproducibles, por más que quiera. Pero además tienen otras particularidades. Son productos que tienen como base genuino chocolate cobertura producido en la Patagonia. Eso no es un apenas una característica librada al azar para alguien que tuvo la posibilidad de probar todos los estilos de chocolates habidos y por haber, durante el tiempo que hizo un intercambio estudiantil en Bélgica, una de las cunas mundiales del chocolate. Sino que significa haber rastreado un buen chocolate, hecho en el país que no solo le asegura exquisitez sino además refuerza su arte, porque llega a fundirse en la boca de quien lo come, según ella lo describe.

"Es un chocolate riquísimo y de mucha calidad, algo que me parece básico. No es lo mismo un chocolate genuino que tiene grasa propia del cacao que un baño de chocolate que es con grasa hidrogenada. Eso se nota sencillamente al comerlo”, explica. 

Con estos insumos, está preparando dos opciones de huevos de chocolate: uno de 150 gramos (sale $900) y otro de 500 gramos (cuesta $2800), para compartir. "Todos van a incluir golosinas de sorpresa, pero a su vez, van a ser muy coloridos y con un trabajo de análisis previo que asegura un producto muy estético”, dice.

También ofrece unas paletas de chocolate (de $150 y $200) y, para aquellos que comparten las Pascuas en familia o con amigos y siempre en las tardes otoñales gustan disfrutar de un té o un cafecito, ella incluye en su menú, dos alternativas pasteleras: una rosca muy húmeda y esponjosa con crema pastelera, almendras tostadas y fruta confitada como por ejemplo naranjas (su valor es de $600, pesa aproximadamente 700 gramos) y una tarta de peras al cognac y almendras tostadas, con base de harina de almendras (cuesta $1000 y está hecha en un molde de 16 centímetros).

Para esta chef y pastelera -el primer título lo obtuvo el año pasado en el Instituto Argentino de Gastronomía de Buenos Aires, cuyos directores son nada más ni nada menos que Osvaldo Gross y Ariel Rodríguez Palacios y el título complementario en la Escuela de Pastelería Profesional de Pablo Remaggi, en Junin, Buenos Aires- las propuestas que está armando para Pascuas significan arrancar su año emprendedor y especialmente reencontrarse con sus seguidores sanjuaninos, tras el paréntesis generado por sus estudios fuera de la provincia. Esto obviamente la pone muy feliz y la hace soñar con llegar a todas las mesas de San Juan.

El dato:  Estos preciosos huevos de chocolate, las paletas, la rosca de Pascua o la tarde de peras y almendras solo se venden por pedido previo, al 2645309030 o por Instagram @camilavalverdegastronomia.

 

Por Paulina Rotman
Fotos: colaboración Mariano De Vecchis y emprendedores