Una revolución. Así se vivieron los momentos previos a la largada de la etapa en las cercanías a la plaza de Jáchal. Todo un pueblo revolucionado por el arribo de la competencia.

 

Al igual que el año pasado, el Noreste sanjuanino vivió en carne propia la 37ma Vuelta a San Juan Internacional. La cuarta etapa partió desde el Norte en Jáchal, rumbo al Este, en Valle Fértil. Tanto en la largada como en la llegada, miles de lugareños y turistas aprovecharon para sacarse fotos y obtener autógrafos con sus ídolos, pero en ese caso hubo preferencias por los ciclistas de San Juan.

Sí. Ningún Peter Sagan ni tampoco Nairo Quintana. Si bien ellos recibieron su aliento lógicamente por ser de los "famosos" que llegaron a los pueblos, tanto los jachalleros como los vallistos mostraron más fervor para los ciclistas de acá, los de "pura cepa". Por eso fue normal ver cómo ciclistas como Nicolás Tivani, Laureano Rosas, Emiliano Contreras -por citar algunos- se dieron tiempo para las fotografías y los autógrafos. En Valle Fértil fue corto el tiempo porque apenas culminada la etapa los equipos rápidamente emprendieron el largo regreso a San Juan.

 

Apoyo local. Laureano Rosas, ciclista de Mardan, junto a Tivani y Escuela fueron de los más buscados por los jachalleros para las fotos previo a largar.
Con bandera. La familia quiso plasmar su apoyo y el de su localidad en una bandera que se mostró ante los ojos de todo el mundo.
Pato con hinchada. En la localidad vallista de "Caballo Anca" los vecinos de Luciano Montivero llegaron hasta con guitarra incluida. Desde allí alentaron al piquetero.
¡Un alivio! Descalzos y por el intenso calor en plena siesta vallista, los vecinos esperaron el paso del pelotón con los pies en el agua del río. Por ese badén pasaron los ciclistas, por fortuna sin caídas.