Victorio Gómez manejó durante 8 horas una camioneta para llevar votantes a varias escuelas de Rawson. Laura Illanez pasó más de 12 horas en la escuela Gironés, en Chimbas, porque su partido la designó Fiscal General. Mientras que los efectivos policiales cumplieron 8 horas laborales en las escuelas en las que ayer se votó. Y si bien muchos de los que aportaron su granito de arena durante los comicios lo hicieron por un compromiso laboral, hubo miles de personas más que sólo lo hicieron por la pasión que sienten por la política. Así se vivió ayer la trastienda de las PASO en San Juan.
En las escuelas el trabajo de muchas personas pasaba inadvertido para la gran cantidad de votantes. Sin embargo, sin ese incansable trabajo, la fiesta electoral no habría sido posible.
Chimbas fue uno de los que tuvo más cantidad de movilidades trasladando votantes.
En las escuelas, el trabajo de los voluntarios de los partidos políticos también fue incesante. Ahí, las movilizaciones de personas fueron moneda corriente, mientras que el ir y venir de los fiscales generales fue una de las postales más repetidas durante toda la jornada. Incluso, en los departamentos alejados las personas que fiscalizaron tuvieron que hacer esa tarea en más de una escuela. ‘Para cada elección sabemos que debemos venir de zapatillas cómodas porque pasamos muchas horas caminando. Hay muchos que no notan todo el trabajo que se hace para que las elecciones se desarrollen‘, dijo Romina Velazco, otra de las fiscales de la escuela Pestalozzi, en Chimbas.
En los establecimientos escolares también se vio reflejado el trabajo de los porteros de las escuelas, que no sólo se encargaron de limpiar los pasillos, los baños y las aulas, sino que además empapelaron los cuartos oscuros y hasta se encargaron de repartir agua caliente para que en las mesas pudieran tomar mate en medio de los comicios.
Como si ese trabajo fuera poco, en las escuelas también hubo cientos de personas que ayudaron a distribuir las provisiones para que los fiscales y los presidentes de mesa pudieran desayunar, almorzar y merendar. ‘Llegamos antes de las 7 de la mañana. A cada uno de nuestros fiscales les entregamos una bolsita que tiene hasta vasitos descartables para que desayunen‘, dijo uno de los afiliados del Frente Todos, mientras que Adriana Aguirre, candidata a intendenta de Santa Lucía por la Cruzada Renovadora, comentó que en el caso de los partidos más chicos los mismos candidatos son los que se encargan de distribuir las provisiones. ‘Lo nuestro es todo a pulmón. Tenemos poca gente y la comida la organizamos en mi casa. De ahí salimos a las escuelas para repartirla. Yo tengo que llevarles comida y bebida a 20 personas de diferentes escuelas‘, agregó la precandidata, mientras mostraba cómo en la heladera de su vivienda familiar guardaba parte de las provisiones.
Por otro lado, en el Comando Electoral provincial el movimiento fue constante. Más de 50 personas cargaron datos, organizaron los padrones y hasta asesoraron a cientos de votantes que tuvieron algún tipo de problema. En el comando, las computadoras permanecieron prendidas durante todo el día, mientras que un murmullo constante fue el sonido más escuchado en el lugar en donde, luego de cerrados los comicios, quedaron todas las urnas. En este lugar la mayoría de las consultas tuvieron que ver con que algunas personas no aparecían en los padrones o querían saber cómo hacer para justificar la inasistencia.
El Registro Civil fue otro de los puntos donde el trabajo se vivió a pleno. Si bien los pasillos de las oficinas centrales permanecieron casi vacíos durante todo el día de ayer, hubo muchas personas que aprovecharon las elecciones para retirar sus DNI. Ahí, funcionarias de esta repartición también trabajaron como un día normal.
La seguridad
Para que la votación se desarrollara de la manera más tranquila hubo efectivos de la Policía en todas las escuelas. De este operativo participaron más de 3.000 efectivos con turnos rotativos. Por escuela, hubo en promedio 4 efectivos policiales custodiando el lugar.
En familia
Muchos de los afiliados a los partidos, que en su mayoría colaboran gratuitamente en las elecciones, trabajaron con sus familiares. Por ejemplo, en Chimbas hubo una familia en la que la madre fue fiscal general, su hijo fiscal de mesa y su nuera chofer de una movilidad que trasladó gente.
Sin descanso
Si bien la mayoría de las personas que hicieron que la maquinaria de las elecciones funcionara a la perfección dijeron que el trabajo es muy cansador, casi todos admitieron también que lo seguirán haciendo en las próximas elecciones, porque es una tarea que los apasiona.