Parece que no tiene límites pero es un ser humano. Hermoso por dentro y por fuera (si se quiere ser cholulo o hasta frívolo). Esta mujer -de casi 43 años, mamá de Maca, familiera y llena de actividades personales y profesionales- encara desde hace años campañas solidarias que muchos podrían calificar de locuras o de imposibles. Sin embargo, ella les pone el cuerpo. Y vaya a saber por qué razón, muchísimos de sus objetivos se cumplen, aunque no dependan directamente de sus deseos.

No está sola en esta cruzada que la tiene absolutamente comprometida. En el "Grupo Isa" -la entidad que aúna a quienes tienen un corazón generoso como ella y que tiene ese nombre porque es el de Isaías, un niño que acompañaron hasta el día que falleció- también están algunos amigos que permanecen en el tiempo. Alcanzan los dedos de las manos para contarlos: Fede, Pao, Marce, Cristi, Cari, Andre, Laura, Ceci. Hay otras personas que se suman, pero en cuestiones puntuales, aclara. "Creo que las cosas nos salen porque hemos hecho un circulo de gente excelente que apoya, que suma y facilita todo", resume la labor que a fuerza de tesón y perseverancia, tiene entre otros logros haberle conseguido hace unos años, una casa a Pancho (un joven de 30 años pero con fisonomía de niño que tenía muchos problemas de salud por los que falleció en enero pasado. No tenía vivienda ni comodidad alguna), otra a Serenity. Tienen pendiente conseguir un techo seguro para León, un pequeño de 5 años que padece parálisis cerebral y epilepsia refractaria, no habla y tiene internación domiciliaria para recibir sus terapias, pero su mamá no tiene como pagar el alquiler. Por eso los fines de semana se para en algún semáforo clave de la Avenida Libertador, por esos donde pasa mucha gente, con un pasacalle y reparte folletos para que esta historia se multiplique, se difunda hasta que se pueda concretar ese derecho a la vivienda, al que todos deberían tener.

"Cada casa es un objetivo enorme. A veces es difícil de cumplir. Pero igual me embarco, no puedo decir no, lo intento porque si yo estuviese en una situación difícil lo que me gustaría es que alguien apareciera para acompañarme a luchar, a tocar puertas", repite y lo comparte con quienes están en su grupo. Lo dice cada vez que hay un pedido no sólo de vivienda, sino de enfermedades complicadas.

Mientras este pedido sigue su curso, está organizando un mega festejo para el Día del Niño, para los niños del barrio 25 de Mayo y sus alrededores (del departamento que lleva el mismo nombre). Son 150 chicos los que hace años agasaja y a los que quiere darles muestras que se puede vivir mejor y hacer lo que a uno le da felicidad (Ver El próximo deseo). Claro que cuesta trabajo. Pero son su debilidad.

"A los chicos de 25 de Mayo los hemos hecho conocer Ischigualasto, hacer kayak en Punta Negra. Sueño con llevarlos al mar. La gracia no es sacarlos a pasear como un pasatiempo solamente, sino que conozcan que hay otra realidad. En el 2019 les conseguimos 120 bicicletas para que recorran los 3 kilómetros de distancia entre donde viven y la escuela. Los hemos llevado a la cancha para que vean que el fútbol y el deporte o las artesanías o la música pueden darles alegrías. Hicimos con ellos como artistas un espectáculo en el Cine Teatro Municipal de la Capital y la gente que compraba entradas se las donó a los chicos de comedores y merenderos, entonces saben lo que es ser solidario y ser protagonistas. Les damos cursos para que sepan hacer cosas útiles, desde semitas, hasta cuadros o tejidos, inclusive aprendieron en la pandemia a hacer alcohol en gel, para que si tienen que vender algo para ayudar en sus casas, sea algo que les guste hacer. Ese es el mensaje que nos gusta darles. Que sepan que siempre alguien va a ayudarlos si quieren hacer las cosas bien", detalla la mujer a la que le falta un semestre para por fin y luego de muchos años recibirse de Abogada, pese a que había terminado de cursar. Retomó la carrera para tener más herramientas y conocimientos para seguir ayudando. Porque ella, no la necesita para vivir porque tiene su salón de eventos, aparte con una amiga se dedica al negocio inmobiliario y es, tiempo completo, mamá de Maca, que a los 17 años está a punto de iniciar ese camino que siendo muy chiquita le prometió: estudiar Medicina para que no mueran más chicos, así ella no sufría más. Según le dijo con sus propias palabras. Evidentemente hay valores que se vivencian, que se maman. Aunque Pato, no se considere única, ni diferente, ni maga, ni mujer maravilla que le va a salvar la vida a nadie.

"Yo simplemente intento, doy un empujón. Hago de nexo, conectando gente. Y doy el cariño que tengo. Algo que podemos hacer todos, Siempre le digo a la gente que me trae algo y se trata de disculpar diciendo es re-poquito, que cada uno da lo que puede y que si todos sumamos algo, se hace más grande. Para dejar un lindo recuerdo en los niños y mostrarles que hay otros caminos no siempre se necesita plata. Ni yo soy millonaria, ni puedo conseguir todo lo que me piden. Yo trabajo y trato de que se cumplan los deseos. Y eso sí, también les dejo claro, aunque me miren con mala cara y se ofendan que si le van a dar algo que no usaría, comería o disfrutaría su hijo que mejor no lo den. Hay que enseñar y mejor dicho transmitir que hay que ver al otro como a uno mismo. Ponerse en el lugar del otro. Así de simple. Para mi eso es integridad", asegura con respeto y mucha empatía.

El próximo deseo

Un rico almuerzo, de esos sabores que ningún pequeñito se puede resistir es lo que se ha propuesto el "Grupo Isa" para este próximo festejo del Día del Niño. Hamburguesas con queso, jamón y tomate, panchos, si se logra comprar o conseguir gaseosas para todos, y si no jugo. Algo de postre más un chocolate, algo rico para comer y golosinas para la mediatarde porque todos ya saben que la celebración se extiende. 

Les encantaría repartir juguetes. Pero no saben si podrán conseguir más para que alcancen a los que ya les donaron. Necesitan en total 150 regalos. Si llegan a juntar esa cantidad cada niños recibirá su obsequio en un paquete con su nombre. Si no, los juguetes con que cuentan serán los premios de los juegos que organicen o se sortearán entre los presentes. Es que la idea de los organizadores es que todos reciban lo mismo, que no haya diferencias, para que todos disfruten por igual.

Para poder concretar lo que planifican están pidiendo donaciones de los ingredientes para la hamburgueseada, bebida, descartables, leña, golosinas y juguetes que estén en buen estado. O si no, la compra de números por 100 pesos. Ya tienen vendidos el equivalente a 69.000 pesos. Es por eso que todos aquellos que quieran sumar su colaboración pueden pagarlo por Mercado Pago al 264-5574948. También se pueden contactar a los siguientes teléfonos para acordar la entrega de las donaciones según el lugar de domicilio o trabajo 2644474740 (Pato, para la zona de Santa Lucía), 2646717393 (Pao, zona de Rivadavia) y 2646733187 (Marce, en la zona del centro sanjuanino).

El festejo será el próximo sábado 26 de agosto, en la casa de una vecina, Eva, del barrio 25 de Mayo, ubicado en la ruta provincial 270 entre calles 1 y 2. Sólo asisten los niños. Son tantos que a veces cortan las calles o lo hacen en un enorme patio que tiene la vivienda. Suelen hacer juegos recreativos, bailes y espectáculos. De hecho esta vez actuará Martín Sagua, habrá karaoke, se bailará y hará zumba, estará Piñón Fijo y varios payasos. Será una verdadera fiesta, como desde hace 7 años.

 

Por Paulina Rotman
Fotos: colaboración