Gigante. Carlos Fernández ganó mucho en el área de Independiente. Dos goles suyos cambiaron la historia de una película que se había complicado en Chimbas. Peñarol hizo lo que tenía que hacer.

 

El corazón lo puede todo. Cuando no se puede, cuando no hay otro combustible, el corazón lo puede. Y eso fue Peñarol en su primera final por el Ascenso 2 del Regional Amateur. Corazón para remontarlo, corazón para jugarlo y corazón para darlo vuelta. Y con la enorme estampa de Carlos Fernández terminó cambiando su historia para quedarse con una trascendental victoria por 2-1 sobre Independiente de Chivilcoy, después de ir perdiendolo. Una final con todos los condimentos. Una final dura, poco vistosa pero profundamente emotiva que se terminó inclinando para el Bohemio por esa incondicional propuesta de no darse por vencido, ni aún vencido.

Lejos de lo que se esperaba, el comienzo fue sorpresa por la propuesta de Independiente que salió a buscarlo. Se paró en campo contrario y maniató a Peñarol. No hubo juego en el conjunto sanjuanino y eso favoreció el planteo del Rojo de Chivilcoy. Así, solamente los intentos del Gatito Pereira parecieron encender a Peñarol. Fue media hora de impotencia Bohemia que jugaba con uno mas por la expulsión de Tisera hasta que llegó el penal. Un centro al punto penal que Olmedo fue a buscar con el Pachi Fernández y la sanción del árbitro Bejas. Lo cambió por gol Salvaggio. El primer golpe al corazón de Peñarol. Le costó reaccionar pero llegó la furia del Bohemio y llegaron las primeras ocasiones netas. Pereira le quemó las manos a Dapotte pero el empate no llegaría.

En el complemento, Bove decidió apostar fuerte. Línea de tres en el fondo, tres puntas. Al todo o nada. Y ahí apareció el corazón de un Peñarol que nunca se da por vencido. Pereira tuvo una, Cantero tuvo otra. Parecía que no llegaba pero a los 25m. Carucha Fernández empezó a llenar la solicitud para ser ídolo cuando definió abajo, pegadita al palo, una pelota que le bajó Pereira. Era empate, se podía por más. Y fue todo Peñarol. Con Carucha de abanderado, llegó el centro de Facu González y otra vez el gigante definió. Esta vez anticipando de cabeza a Dapotte para poner el 2-1 que daba vuelta la historia. Quiso más Peñarol. Lo busco y casi lo tuvo con un cabezazo de Cantero y otra media vuelta del Carucha que se fue arriba. Era el premio extra que no se dio pero después de ir perdiendo, de no estar cómodo, Peñarol puso su corazón en la mano y fue a buscar su destino. Como debía ser…

 

LAS CLAVES

Personalidad

En las finales, si no se puede jugar, solo sirve ganarlas. Y este Peñarol dio muestras de una enorme personalidad para empatar primero y para darlo vuelta luego. Una muestra de carácter sensacional en un momento decisivo del campeonato le permiten posicionarse como candidato al ascenso con todos los merecimientos.

Alternativas

Otro de los puntos salientes de la primera final fue la capacidad que demostró Peñarol desde lo táctico para cambiar de libreto en la adversidad y arriesgar todo. Pasó de la línea de cuatro con dos puntas a jugar con tres defensores, enganche y tres delanteros. Una apuesta audaz que le sirvió para ganar el primer partido de la serie definitoria.

Complicado

Independiente de Chivilcoy mostró sus argumentos y aunque no le alcanzaron para al menos llevarse un empate, sirvieron para desnudarlo desde lo táctico. El Rojo tiene buen trato de pelota, oficio en cada línea y dos delanteros que complican siempre por potencia. Un rival que complica con su movilidad.

La revancha

En Chivilcoy

Quedó confirmado que el partido revancha entre Peñarol e Independiente se jugará el próximo domingo desde las 16 en el estadio del Rojo de Chivilcoy para definir el Ascenso 2 de este Regional Federal Amateur del Consejo Federal de AFA.