El objetivo era uno: ganar. Peñarol debía hacer lo suyo y lo hizo. Con una enorme entrega, con la actitud de esa rebeldía que puede hacer posible lo imposible, Peñarol logró lo que tanto necesitaba. Con goles de Ortiz y de Galván, venció por 2-1 a Juventud Unida de San Luis y se sigue abrazando a la esperanza de quedarse en el Federal A. Lo que pueda pasar para adelante, es otra historia. Pero este viernes, Peñarol dio señales de vida en un momento crítico que lo reconfortó desde todo punto de vista para afrontar el tramo de los tres capítulos finales con la dignidad de aquel que no se guardó nada.
Con actitud, con una entrega ilimitada, Peñarol empezó a hacerse fuerte en el Bicentenario ante la solidez que le mostró Juventud en los primeros minutos de partido. Un cabezazo de Parra y otro de Sabatini preocuparon en ese inicio, pero lentamente el partido fue entrando en el terreno complejo. Mucha marca, poco juego. Así, las opciones de peligro fueron escasas en la primera etapa. En el complemento, Peñarol redobló su apuesta desde lo actitudinal y con eso, empezó a llevarse por delante a un Juventud que nunca pudo justificar su posición en la tabla. El ímpetu de Peñarol lo fue llevando para atrás y a los 14′ después de una gran maniobra de Robert Martín que encaró al área y habilitó a Ortiz, llegó el ansiado grito de gol bohemio.Por fin, después de tanto buscarlo. Peñarol empezaba a poner condiciones en la cancha. Ahí, Juventud intentó reaccionar, se sacudió, se adelantó y quedó expuesto a las contras de un Peñarol que se refugió contra Pérez, cuidando su ventaja. González movió el bancó y mandó al pibe Rodrigo Galván por ortiz, extenuado. Fue un pleno del técnico sanjuanino porque en la primera que tuvo Galván puso el 2-0 cuando al partido le quedaban apenas 7 minutos por jugar. Era la esperanza en un gol. Peñarol empezaba a sentirse más vivo que nunca, como lo necesitaba.
Pocos pero los de verdad
No era un partido más. Y los que sienten los colores de Peñarol en el alma, decidieron estar. Pepe Guidet, el Toro Salinas, varios nombres más fueron los que desde la platea respaldaron a morir el esfuerzo de un grupo que parece demasiado solitario en el respaldo dirigencial. La misión de la permanencia parece imposible pero Peñarol encontró en ese amor de su gente, una razón más para seguir creyendo. El final, con todos abrazados sabiendo que aún están vivos.
EL RESTO
El Chacarero, en la mirada del Bohemio
Con todo por verse, hoy Peñarol tendrá que esperar lo que suceda con San Martín de Mendoza en su visita al puntero, Ciudad Bolívar, que comenzará a las 14,30 en la provincia de Buenos Aires. El Chacarero no está cómodo en las posiciones y una caída podría meterlo en el mano a mano contra Peñarol sabiendo que en la próxima fecha se verán las caras. Además, Peñarol con la victoria ante Juventud metió en la pelea de abajo a Ferro de Pico que quedará libre en esta fecha 33. Anoche, al cierre de esta edición, Estudiantes de San Luis recibía a Atenas de Río Cuarto mientras que hoy jugarán Argentino-Huracán.