Con los resultados de la fecha 28 en la mesa, hoy en Peñarol sólo hay un objetivo: ganar. Con la opción de achicar a dos puntos la luz con el penúltimo de la Zona B, el Bohemio irá con sus urgencias a cuestas por el triunfo cuando a las 16 reciba a Ferro de General Pico, completando la programación de su grupo. Será en el estadio del Bicentenario, sabiendo que ya todos los rivales hicieron lo suyo y que con solamente siete partidos por delante, de no ganar los tres puntos será un salto al vacío directamente.
Los coletazos del espeso ambiente dirigencial que se dio en el nacimiento de esta temporada para Peñarol fue determinante. Pasaron tres cuerpos técnicos y el equipo nunca pudo encontrar el paso. El último arribo de Ricardo González pareció encender las esperanzas en Chimbas pero la irregularidad ha sido tanta que hoy Peñarol sigue igual: hundido en el fondo de las posiciones.
Mucho no tiene para probar. Se fueron varios jugadores, llegaron otros en ese proceso de mitad de temporada pero el recambio tampoco generó reacción. Hoy, Peñarol es más que nada el amor propio de un plantel que quiere y no puede.
Enfrente estará Ferro de Pico que, metido en la parte baja de las posiciones, no corre peligro de permanencia pero tampoco tiene opciones de meterse en el reducido. Los tres puntos en juego serán decisivos para los pampeanos que terminarán de definir a qué jugarán en este último tramo de la temporada.
Esta fecha 28 empezó el viernes con el triunfo por goleada 4-0 de Juventud de San Luis sobre Atenas de Río Cuarto y el empate 2-2 entre San Martín de Mendoza y Huracán Las Heras. Mientras que el sábado, Ciudad Bolívar venció por 2-0 a Estudiantes de San Luis, quedando libre Argentino de Monte Maíz.