Un error a la hora de evaluar qué camino tomar, ya de noche, y la grave consecuencia de haber derivado hacia un campo agreste e inhóspito por un complicado camino de tierra, en el que el auto quedó atascado. Allí quedaron extraviados y sin poder pedir ayuda porque no hay pobladores cerca y tampoco señal para hablar por teléfono. Con temperaturas que a pleno sol rondan los 50 grados, allí murieron.

Esa es la principal hipótesis de la fiscalía de Instrucción de Cruz del Eje, Córdoba, que dirige Martín Bertone, sobre el desgraciado final de los ancianos Ramón D’Virgilio y su esposa Rosalía ‘Chiquilina’ Arbó.

Habían salido el jueves de su casa en Concepción, Capital, con destino a Jesús María, donde pensaban pasar unos días en casa de unos familiares y, de paso, presenciar el famoso festival de doma y folclore.

Nunca llegaron a destino. En la tarde de aquel jueves cargaron gas en la estación de GNC de Cruz del Eje, pero a la salida de esa ciudad equivocaron el rumbo en una rotonda que deriva las rutas. Y en la noche protagonizaron varios intentos por tomar el camino acertado, sin conseguirlo.

La peor señal ocurrió cuando se atascaron en un camino de tierra en la zona de Salina Grande, unos 30 km al Norte de la ciudad de Unquillo.

Desde que la familia avisó a la Policía, al menos 50 personas de la Policía y Defensa Civil salieron a buscar a los ancianos, por tierra y también por aire.

El lunes a media mañana, encontraron el Renault 9 con ‘Chiquilina’ muerta a un costado. Y ayer a la mañana, a 2 km, el cuerpo de su marido, también sin vida.

Voceros de la fiscalía dijeron a este diario que el auto no tenía gas, pero sí nafta. Y que en el vehículo estaban algunos alimentos y otras cosas del viaje, incluido el dinero que pensaban gastar durante su estadía en Jesús María.

Si bien ninguno de los cuerpos presentaba signos de un ataque, en la fiscalía esperarán el resultado de la autopsia para confirmar si fueron o no víctima de un hecho violento.