Tras el escándalo en el final del partido entre Rivadavia y Juventud Unida, dirigentes de todos los equipos de la Liga Caucetera-Sanmartiniana mantuvieron una reunión con la jueza de Paz de Caucete, Luciana Salvá, en la que se resolvió de forma provisoria que continúe el campeonato, aunque se establecieron algunas condiciones con el objetivo de evitar más hechos de violencia.

Según las fuentes, se acordó que ante cualquier inconveniente que altere el normal desarrollo de cualquier partido de las divisones A y B, automáticamente se suspenderán definitivamente ambos campeonatos.

Además, la jueza Salvá instruyó a los dirigentes a aplicar el derecho de admisión. Y ordenó la prohibición de que los menores ingresen a las canchas sin la compañía de un mayor que se responsabilice por su accionar.

EL BOCHORNO

El partido se jugó el lunes en cancha de Rivadavia, en la Villa Dolores de Caucete. Luego del triunfo de Juventud Unida por 3-0 se desataron los incidentes.

Las hinchadas se enfrentaron y la Policía intervino con disparos al aire. Al parecer, los desmanes comenzaron cuando un grupo de violentos intentó robar una bandera.

Movilizados, comenzaron los empujones entre los jugadores, que pronto se disiparon. Pero las peleas continuaron afuera de la cancha, con gritos, golpes y más disparos. Además, hinchas de la "Juve" denunciaron que sus autos fueron saqueados y dañados.