Roberto Gamboa recibió su segunda
condena. Tenía otra por hurto.
Gustavo Gamboa tiene varias causas
en trámite, incluso con su hermano.

 

Alicia Oviedo no pudo contener las lágrimas cuando escuchó que el tribunal de la Sala I de la Cámara Penal condenaba a prisión perpetua a tres de los cuatro acusados (el otro fue sometido a la Justicia de Menores) de hacer sufrir y matar de 52 cuchillazos a su hijo Ezequiel Lucas "Furia" Flores Oviedo (18): Roberto Gustavo Gamboa (46) y a sus hijos Gustavo Exequiel (23) y Braian Gabriel (22). "Ahora mi hijo descansará en paz. No sé por qué lo mataron, pero nunca les creí una sola palabra", dijo la mujer. La contracara de esa situación fue la reacción molesta de los condenados. Antes de conocer el fallo de los jueces Raúl José Iglesias, Silvia Peña Sansó de Ruiz y Juan Carlos Caballero Vidal (h) habían dicho que pedían justicia por el "Furia" y para ellos también porque no tenían nada que ver. "Nos arruinaron la vida", dijo el mayor de los Gamboa, que ya registraba otra condena por hurto. Pero luego de conocer el veredicto, el menor de sus hijos, Braian (tenía otras dos condenas por robo) no pudo contenerse y estalló en insultos.

 

Braian Gamboa ya tenía otras dos condenas por robar.

"Nunca vi un fallo así… obviamente iremos a la Corte", dijo el defensor de los Gamboa, Horacio Merino, quien había sostenido que todo había sido armado por la Policía con la complicidad de dos testigos que ya habían atestiguado en contra de sus clientes en otra causa.

El fallo del tribunal representó una adhesión total a los argumentos del fiscal Gustavo Manini y del defensor oficial Marcelo Salinas, que actuó como abogado de la víctima.

Ambos habían considerado que hubo varios indicios y pruebas para sostener que el crimen del "Furia" fue cometido en la terraza del monoblock 3 del barrio República del Líbano, en Rawson, sobre las 5 de la mañana del 19 de abril de 2015. Y que ese homicidio agravado por el ensañamiento (hacer sufrir) y el número de personas (cuatro de los Gamboa) fue la consecuencia de dos peleas previas: una entre la víctima y Braian, y otra que involucró al resto de la familia, incluso Matías (era menor) y la esposa y madre de los condenados: Lorena Zárate, detenida durante el juicio por amenazar a un testigo de identidad reservada, a quien le darán un sistema especial de protección a pedido del fiscal.