Walter Guerra no se aguantó las lágrimas después de escuchar el fallo, por el cual se condenó a la pena máxima a uno de los dos acusados de matar a su hermano con discapacidad y problemas psiquiátricos, Alejandro (tenía 31 años) para luego robarle y vender su moto durante la madrugada del 15 de octubre de 2020 en Las Chacritas, 9 de Julio. Esa noche, los tres bebían y al menos dos de ellos (los imputados) consumían drogas. ‘Estamos conformes, era lo que esperábamos, ahora mi hermano podrá descansar en paz’, dijo Walter.
Conformes también quedaron el fiscal Daniel Galvani y la abogada de la familia Guerra, Viviana Belén. Durante los alegatos habían pedido ese castigo, por los delitos de robo agravado por el uso del cuchillo con el que le asestaron 15 puntazos a la víctima. Y homicidio criminis causa, un delito que se configura cuando se mata para ocultar o lograr la impunidad de otro delito, en este caso el robo.
La condena la impusieron ayer los jueces Silvina Rosso de Balanza, Maximiliano Blejman y Juan Bautista Bueno (Sala II, Cámara Penal) luego de escuchar al acusado, Axel Tobías Joel Zárate Quiroga (21), decir que no había matado a nadie y pedirle perdón a la familia del fallecido y también a la suya.
El otro imputado, Alexis Montaña era menor cuando pasó todo (ahora tiene 18 años) y está libre. Al finalizar el juicio, Zárate Quiroga dijo que Montaña (exhijastro de un hermano de la víctima), había cometido ese crimen y deslizó que pudo ser porque Montaña le había dicho que había ‘manoseado’ a dos de sus hermanos. Aseguró que esa madrugada tuvo miedo y que por eso ayudó al otro imputado a arrojar el cuerpo y salir a vender la moto.
Su versión, fue el principal argumento de los defensores César Jofré y Claudio Rodríguez, para sostener que Zárate Quiroga solo cometió el delito de ‘encubrimiento agravado’.
Ayer, Jofré Anticipó que buscará revertir la situación de su cliente ante la Corte de Justicia: ‘Fiscalía no argumentó cómo operó el agravante del homicidio y no sé cómo va a hacer el tribunal para fundamentar este fallo, sin ir más lejos hablan de un cuchillo que es secuestrado sin sangre y luego aparece son sangre. La única prueba de cómo ocurrieron los hechos es la declaración de nuestro cliente. Por ese y otros motivos vamos a cuestionar este fallo’, dijo Jofré.