
Emigró con apenas 15 años. En plena adolescencia, Juliana Ocaña decidió mudarse a Buenos Aires para encontrar en la Capital Federal, el mejor nivel en el deporte que ama. La sanjuanina, junto al equipo de vóleibol femenino de San Lorenzo de Almagro, viene de conseguir la medalla de bronce en el Sudamericano de Clubes realizado en Belo Horizonte, Brasil.
La chica tiene su propia historia para contar, marcada por el sacrificio que implica desprenderse de sus afectos para seguir con su ilusión de llegar al profesionalismo en la Capital Federal. Juliana, hoy con 18 años, surgió en Universidad. Allí con Las Patitas comenzó a formarse como jugadora y fue convocada con 14 años a la Selección Argentina para participar de distintos certámenes internacionales. “Ahí comenzó mi carrera”, aclara la joven. Fue tan exitoso ese año con la Albiceleste que la vieron de Gimnasia de La Plata y rápidamente la ficharon para que fuera parte de su plantel. No fue fácil tomar la decisión de mudarse por completo a Buenos Aires dejando en San Juan a la familia y los amigos, pero logró convencer a su familia y rápidamente pasó a integrar al Lobo plantense, allí en el club del Bosque se afianzó aún más y continuó integrando los seleccionados nacionales durante dos temporadas.
Pero como no todo puede ser color de rosas, a fines del 2016 sufrió una dura lesión en su hombro derecho que le demandó una larga rehabilitación y ese proceso le frenó el enorme crecimiento que venía teniendo. Recién volvió a jugar a fines del 2017 pero se resintió de esa lesión y tuvo que pasar nuevamente por el quirófano. Entonces Juliana decidió retornar a San Juan para recuperarse y alcanzar nuevamente su nivel y fue la “U” quien le abrió las puertas para jugar todo el campeonato pasado.
Ocaña volvió a ser Ocaña y en diciembre del año pasado recibió el llamado de Mario Gallego, técnico de San Lorenzo y no lo dudó. Con él, Juliana se desempeña como opuesta pero también como punta, brindando la ductilidad que busca el entrenador. Con Las Matadoras encaró este año la Liga Nacional -en la que lideran- y el Sudamericano de Clubes, del que vienen de conseguir el bronce: “Fue una enorme experiencia porque estaban las mejores jugadoras del mundo. El nivel de los clubes brasileños es altísimo, pero creo que el voley argentino va en crecimiento y en unos años más podremos igualarlos”, comentó ayer previo al encuentro que tendría por la noche ante Banco Provincia La Plata por la Liga Argentina en la que el Ciclón es líder.
La sanjuanina, mientras reside junto a las otras jugadoras del interior en un departamento de Boedo, se reparte sus tiempos entre los estudios (está terminando la Secundaria) y los entrenamientos. La chica tiene bien claro cuál es su objetivo de ahora en más: “Mi sueño es alcanzar el profesionalismo acá en un club de Primera, voy a terminar mis estudios pero estoy plenamente abocada a ser una deportista profesional”, aseguró la chica que continuará luchando por esa meta a más de mil kilómetros de su San Juan natal.
Bronce en Brasil
El pasado sábado con la sanjuanina Juliana Ocaña como titular, San Lorenzo logró un histórico resultado en el Sudamericano de Clubes Femenino disputado en Belo Horizonte, Brasil. En su primera participación el Ciclón logró subirse al podio obteniendo la presea de bronce tras superar a Boca Juniors por 3-0.
Ocaña, joven pero con experiencia
La sanjuanina Juliana Ocaña, surgida en Universidad y con pasado en Gimnasia La Plata, es junto a Sofía Meinari y Bianca Farriol, las más chicas del plantel y son pieza clave en el equipo titular, según el sitio oficial que posee San Lorenzo de Almagro. Según se cita allí, Meinardi con tan sólo 16 años jugó toda la temporada pasada. Bianca es una central que con 17 años juega con una agresividad admirable, y Juliana, es otro gran talento que tiene la capacidad de jugar tanto de opuesta como de punta y muy fuerte en ataque, a la medida de Las Matadoras que hoy lideran la Liga y que van por mucho más.
