Nuevamente los operadores turísticos de Jáchal, Valle Fértil, Iglesia y Calingasta pusieron en marcha una serie de medidas para tratar de captar clientes en vacaciones de verano. Pero, hasta ahora, los resultados no fueron positivos. Pese que algunos empresarios decidieron rebajar los precios o subirlos en un porcentaje mínimo y realizar promociones y mejoras en los servicios, las reservas hoteleras siguen en baja. Hasta, ahora, no superan el 23% en promedio para enero que viene; mientras que para el mismo período de este año alcanzaron el 25%. Pese a este panorama poco alentador, la gente del rubro mantiene la esperanza que la situación mejore una vez que arranque el 2018. El fundamento: sigue la tendencia de que los turistas ya no reservan alojamiento con anticipación, sino que directamente lo contratan una vez que llegan a destino. Estos datos pertenecen a un relevamiento que realizó DIARIO DE CUYO entre 20 operadores turísticos de los departamentos mencionados.
Los empresarios atribuyeron la “angustiosa” situación por la que atraviesa el turismo local a dos factores fundamentales: el furor por Chile que continúa y contra el cual es difícil competir y la incertidumbre por la que atraviesa la Argentina en estos momentos. “La gente aún no sabe si planificar unas vacaciones o no porque no sabe qué va a pasar en el país en los próximos meses. Hay mucha incertidumbre. Los turistas sólo llaman y averiguan precios por las dudas. Por eso decidimos bajar las tarifas con respecto a la temporada de verano 2017. Para enero pasado cobramos $2.000 por el alojamiento en una cabaña para 6 personas, por ejemplo. Ahora cobramos $1.500. Igual, hasta ahora, sólo tenemos un 5% de reserva”, dijo Omar Soria, de Cabañas Ebemys, de Valle Fértil.
Este departamento tiene un 24% de reserva, mientras que para enero pasado fue un 25%.
Iglesia es otra de las comunas turísticas con menos reservas que la temporada anterior.
Hasta ahora, Iglesia tiene un 24%, mientras que antes, un 35%. Para ’repuntar’, algunos prestadores lanzaron descuentos para quienes decidan alojarse por más de 3 noches. ’Una cabaña para 6 personas cuesta $1.200 por noche, pero si lo contratan por más de tres noches la tarifa se reduce a $1.000. Mucha gente sólo toma a Iglesia como lugar de paso a Chile y no pernocta más de una noche’, dijo Juan Silva, de Cabañas Los Troncos, que tiene un 5% de reserva para enero 2018.
Jáchal tiene, hasta ahora, el mismo porcentaje de reserva que en la temporada anterior, un 20%. Y los operadores lo atribuyen a la suba de precios ’ínfima’ que aplicaron a las tarifas, y que varía entre $100 y $150. En Cabañas Don Sánchez, el alojamiento para 6 personas en enero 2017 costó $1.200 mientras que el precio para el 2018 será de $1.300. En tanto que en la Hostería Huaco, el alojamiento durante el mes que viene costará $650, mientras que en enero pasado costó $500.
Calingasta es el único departamento que superó el porcentaje de reservas para enero 2018 con respecto al mismo mes este año. Hasta el momento tiene un 23% de alojamiento reservado, mientras que anteriormente no superó el 20%. Lo curioso en este caso es que los prestadores atraviesan dos realidades diferentes. Mientras algunos apuntaron a mejorar los servicios para captar más clientes, otros los recortaron para ahorrar. Los propietarios de Nora Hotel instalaron en el predio una pileta climatizada, una máquina de helados soft y un patio de juegos para niños. ’Creemos que mientras más servicios se le ofrece a la gente más probabilidades hay de que vuelva’, dijo Emilia Gallardo, propietaria del lugar.
Para Balter Kummel, de Cabañas Kummel, la realidad es muy distinta. Tuvo que recortar algunos servicios para ahorrar. ’Hasta la temporada de verano pasada pudimos cubrir los gastos con la recaudación, pero ahora no. El aumento de la electricidad nos mató. Por eso decidimos retirar de las cabañas las pavas eléctricas para economizar. Además estamos analizando la posibilidad de cerrar las cabañas durante las vacaciones de invierno porque es la época donde viene menos gente. Son algunas estrategias para intentar sobrevivir y no tener que cerrar definitivamente’, dijo Kummel.
Buena expectativa
Los operadores turísticos de los departamentos del interior de la provincia tienen la esperanza que la ocupación hotelera en verano 2018 tenga un saldo positivo por las fiestas populares que se realizarán durante ese mes en algunas de sus localidades. Se trata de la Fiesta de la Semilla y la Manzana, en Iglesia; el Festival del Artesano, en Astica, Valle Fértil; el Festival de Buenaventura Luna, en Jáchal; y la Fiesta de los Enamorados, en Barreal, Calingasta.