Con más de 1.700 CDs y 72 vinilos, la discoteca del papa Francisco ofrece un panorama variado de los gustos musicales del pontífice, como su pasión por el tango (con la obra casi completa de Ástor Piazzolla). Pero también admira al estadounidense Elvis Presley, el argentino Daniel Barenboim y el alemán Richard Wagner.
A mediados de enero, Jorge Bergoglio fue descubierto a la salida de un negocio de venta de discos en Roma, lo que volvió a poner en el centro de las miradas sus gustos musicales, que se atesoran en una habitación del tercer piso de Via della Conciliazione 5, el edificio que a metros de la Plaza San Pedro alberga al Pontificio Consejo para la Cultura.
"La pequeña discoteca del Papa comenzó en realidad hace unos tres años, cuando me envió unos discos", planteó el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura.
"Más tarde, le comenté que había pensado crear una audioteca, y entonces me mandó una caja entera de discos diciéndome que esos ya los había escuchado", agregó.
En el diálogo con la agencia oficial de noticias Télam, Ravasi repasó los números de la colección: "1.734 CDs y 72 vinilos".
A nivel cualitativo, el purpurado italiano afirmó que "muchos de ellos son regalos que los compositores y directores de orquesta". Otros "son discos que él tenía ya desde hace tiempo".
"La música clásica ocupa la mayor parte (de la colección), como puede imaginarse", dijo Ravasi. "Uno de los últimos discos que envió fue una serie de vinilos del conocido compositor polaco Krzysztof Penderecki".
"Sin embargo, como persona de buen gusto, no se limita a un género solo. Entre los discos hay mucho tango, casi toda la obra de Ástor Piazzolla. También una colección de 25 canciones góspel de Elvis Presley, y música pop y folk", desgranó el cardenal.
En el universo clásico, las preferencias del Papa están encabezadas por "la ópera italiana, que él había aprendido a amar cuando de pequeño escuchaba, guiado por su madre, un conocido programa musical en la radio argentina los sábados por la tarde".
"Sorprendentemente, Wagner, un autor que a mí me resulta personalmente difícil, en la ejecución de su compatriota Daniel Barenboim" es otro de los preferidos de Bergoglio.
Pero el purpurado añadió: "Naturalmente conoce y ama las grandes figuras emblemáticas como Mozart, de quien me envió la colección completa: 200 CDs de la Deutsche Gramophon. Y sobre todo Bach: las pasiones según San Mateo y San Juan, y las Variaciones Goldberg, en la ejecución de Richter, que es su preferida".
Sus gustos, de todos modos, no se terminan en lo clásico: "Creo que le gusta mucho también Edith Piaf y la música popular. Y tengo la impresión de que últimamente se esté interesando por la música contemporánea. Nos ha mandado una colección de vinilos de Caterina Caselli y otro de obras menos conocidas de Ennio Morricone", definió. Télam