Para Guadalupe Illanes, abogada de la madre de la nena, el juez debe condenar al tío de la pequeña a 17 años de cárcel y además, ordenar que su abuela y una tía sean investigadas por falso testimonio. Para el fiscal Daniel Galvani, el castigo contra ese sujeto de 37 años, debe ser de 14 años. Ambos coincidieron ayer, al cabo de sus alegatos, en argumentar que quedó probado que entre julio y octubre de 2014 cometió abusos sexuales gravemente ultrajantes contra su sobrinita, que cumplió 4 años en septiembre de aquel año.
Carlos Reinoso, abogado defensor del sospechoso (no identificado para preservar a la menor) entendió que no se probó tal conducta delictiva y ayer pidió que sea absuelto de culpa y cargo. Este miércoles, el juez Maximiliano Blejman (Sala III, Cámara Penal) escucharía las últimas palabras en juicio del acusado por videoconferencia en prevención por el Coronavirus. Luego, daría a conocer cuál es el fallo del caso.
El acusado diría sus últimas palabras por videoconferencia en prevención por el coronavirus
VULNERABLE
El caso había sido denunciado por la madre de la niña el 20 de septiembre de 2016, en San Juan, luego de que la menor se decidiera a contarle por qué tenía pesadillas tan recurrentes en las que siempre terminaba con gestos de rechazo y la expresión "no quiero".
Por esa razón durante la investigación se produjo un conflicto de competencia, pues la defensa sostuvo que el asunto debió dirimirse en Mendoza, pues los supuestos ataques habían ocurrido en la casa del imputado en Malargüe. Un fallo con el argumento del interés superior del niño, entre otros motivos, dejó radicado el caso en San Juan. Y entonces el sospechoso terminó preso.
Los delitos que atribuyen ocurrieron cuando la niña y un hermanito fueron a parar a Mendoza, a causa de la conflictiva relación de su mamá con su pareja. La abuela materna de los niños pidió tenerlos por un tiempo, pero luego enfermó y otra hija suya, esposa del sospechoso, quedó a cargo de los chicos. Fue durante esos meses que, según el expediente, ocurrieron los delitos sexuales.
En su declaración en el ANIVI, la nena detalló que esos encuentros que no llegaron a la violación, ocurrían cuando ella iba al baño y su tío se metía para mostrarle sus partes íntimas y la obligaba a practicarle sexo oral, situación que le daba mucho "asco" y la calificó de "horrenda". Una psicóloga informó luego que el relato de la niña era verosímil.
Y ambas pruebas fueron parte clave en los alegatos de Fiscalía y Parte Querellante, que además pidió investigar por falso testimonio a la hermana y a la madre de la mamá de la nena.
El defensor sin embargo cuestionó esa prueba (dijo que los niños no dicen "partes íntimas", por ejemplo), y mencionó que la denuncia fue concretada por la madre de la niña a causa de la "enemistad y odio contra su hermana y su cuñado", a causa de su personalidad "border line".