Delfina Pignatiello, joven joyita de la natación argentina, debutó en sus primeros Juegos Panamericanos de la mejor manera y se adjudicó de gran forma la medalla de oro en los 400m estilo libre, pero su camino en Lima no termina acá.
Todavía le falta competir en sus dos pruebas favoritas, donde nuevamente es gran candidata a subirse a lo más alto del podio.
Hoy, Pignatiello se tirará a la pileta para competir en los 800 metros, prueba que ya le dio una medalla plateada en los JJOO de la Juventud que tuvieron lugar el año pasado en Buenos Aires y en la que ostenta récord argentino y sudamericano.
Ya clasificada a Tokio 2020, su gran objetivo, Pignatiello se despedirá de Lima el sábado, cuando compita en los 1.500 metros, prueba en la que también es récord nacional y sudamericano.
Pignatiello también fue parte ayer miércoles del relevo mixto 4x100m junto a Federico Grabich, Andrea Berrino y Guido Buscaglia. Además hubo presencia argentina en 200m libres (Grabich), 100m mariposa (Grassi y Roberto Strelkov) y 200m espalda (Florencia Perotti, Berrino y Hernández). Las series finales se desarrollaban anoche al cierre de la edición, con la Argentina buscando más medallas en el agua. Más allá de Pignatiello, la jornada del martes fue histórica para la natación argentina, ya que Virginia Bardach, hermana de Georgina, medallista olímpica, se subió a lo más alto del podio en 200m mariposa y Julia Sebastián fue plata en 100m pecho. Una disciplina que le brindó a la Argentina grandes alegrías en estos Juegos.