El fuego destruyó todo lo que había en la precaria vivienda y afectó otra donde vive una joven con dos hijos. Esa chica dijo que cree que fue intencional. Intervinieron los Bomberos Voluntarios de Chimbas.

Un plomero y gasista radicado en San Luis llamado Andrés Malla (55) se quedó sin un lugar para quedarse las veces que viene a trabajar a su San Juan natal, pues ayer un incendio destruyó la precaria vivienda de chapas, palos y nylon que tenía en Chimbas.

El fuego además dañó parte de la casa de al lado, que también es de él pero que se la alquila a la joven Antonella Marín (25), madre de dos nenitos de 1 y 4 años, quien además está embarazada. Ellos tres tuvieron que ser hospitalizados por inhalación de humo, pero tras pasar algunas horas en observación fueron dados de alta.

Todo ocurrió cerca de las 2 de ayer, en la casa 6 de la manzana A del Loteo Amat, en Chimbas. Minutos antes había llegado Malla desde San Luis en su Chevrolet Corsa, contratado para hacer un trabajo por la mañana.

"Hace mucho que no venía, como dos meses. Entonces como no tengo luz y tampoco sabía en qué condiciones estaba la casa, calculo que tapada en tierra, directamente paré el auto y me dormí ahí", explicó el hombre. Al rato lo despertaron las llamas. "Cuando abrí los ojos y vi el fuego me asusté mucho. Lo primero que hice fue correr el auto y después empecé a tirar agua", continuó.

Todo fue dramático también para Marín, quien cuando se desató el incendio descansaba con sus dos chiquitos. Esa noche además se había quedado a dormir un tío de ella (60) que vive en el paraje Difunta Correa. "Sentí un ruido muy fuerte que fue porque explotó la ventana. Ahí empezó a entrar mucho humo. Yo tiré un tele y corrí el mueble que estaba pegado a la ventana para que no se me prendiera fuego. Y después saqué a mis hijos, pero inhalamos mucho humo", dijo la chica.

Su casa se salvó porque lograron controlar las llamas, pero las pertenencias de Malla se quemaron completamente. "Tenía cosas que yo necesitaba para descansar cuando venía, como una cama, una cocina, un lavarropas y algunos muebles. Y también herramientas", aseguró.

¿Cómo se inició? Eso ayer era un misterio. "Yo no tengo problemas con nadie, solamente vengo por trabajo y regreso a San Luis", dijo el hombre. Por su parte, Marín afirmó que no descarta un ataque intencional: "Mis nenes no fueron porque a esa hora dormían. Hace un mes a mí me reventaron la puerta y me llevaron lo poco que tenía. No soy de llevarme mal con nadie, pero uno nunca sabe…".