El gobierno nacional aprobó ayer una resolución que permitirá a los fieles de las distintas confesiones religiosas hacer su aporte voluntario para el sostenimiento del culto a través de la cuota del colegio confesional de sus hijos, luego de la histórica renuncia de la Iglesia católica a los fondos que recibía del Estado.
Encabezada por el obispo Oscar Ojea, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) precisó que, a modo de prueba piloto, "a partir del año que viene, en algunos establecimientos educativos pertenecientes a la Iglesia Católica se comenzará a implementar un procedimiento de contribuciones destinadas al sostenimiento del culto, de manera libre y progresiva".
En noviembre, en una decisión histórica, la asamblea plenaria de la CEA acordó el "reemplazo gradual de los aportes del Estado por alternativas basadas en la solidaridad de los fieles", lo que implica la renuncia a unos 130 millones de pesos aproximadamente que recibe cada año e informó que continuaba en diálogo con el gobierno nacional para consensuar "diversas alternativas que facilitarán" el traspaso de una modalidad a la otra.
Una de esas novedosas alternativas se conoció hoy: "Se dispuso que los establecimientos de gestión privada de propiedad o bajo la dirección de la Iglesia Católica o de una entidad religiosa inscripta en el Registro Nacional de Cultos puedan percibir una contribución en concepto de sostenimiento de culto, a cargo de los padres o responsables de los alumnos que asistan a los mismos", informó ayer la secretaría de Culto que encabezó las conversaciones.
Según la Secretaría que conduce Alfredo Abriani, la implementación de esta herramienta será "voluntaria", en tanto que cada colegio actuará como "agente recaudador"; es decir, percibirá la contribución "por cuenta y orden de la institución religiosa que decida hacerla efectiva".
Las escuelas donde comenzará a aplicarse la prueba piloto aún no están decididas pero fuentes episcopales informaron a Télam que seguramente se comenzará por establecimientos parroquiales de las diócesis con más recursos del país, como Buenos Aires, San Isidro o La Plata; y que el monto será similar al que habitualmente se coloca en la colecta de la misa dominical, menor a 100 pesos.
Por otra lado, en las conversaciones entre el gobierno y la Iglesia se acordó trabajar junto a la AFIP para "hacer más visible la información sobre los incentivos fiscales relativos a las donaciones", entre ellos, que los montos de dinero donados pueden deducirse de la base imponible del impuesto a las ganancias. Además, se evalúan herramientas relacionadas con las nuevas tecnologías para que los fieles puedan donar de forma más moderna y práctica como -por ejemplo- transferencias de dinero a través de un código QR o con la modalidad de billetera electrónica.