El esloveno Tadej Pogacar, vencedor de las dos últimas ediciones del Tour de Francia, voló ayer hasta el triunfo en la Strade Bianche, la prueba italiana que incluye caminos de grava en la Toscana y que tiene su meta en Siena.
Pogacar (UAE) se impuso después de una escapada de más de 50 kilómetros en solitario. Segundo fue el veterano corredor español Alejandro Valverde (Movistar), a unos cuarenta segundos, y tercero el danés Kasper Asgreen (Quick-Step), tras una carrera de 184 kilómetros.
La tarea de Pogacar fue impecable. Espectacular fue su ataque en un tramo de tierra (sterrato) previo a una bajada que le permitió abrir un hueco con el pelotón que sus rivales no pudieron cerrar. El único que intentó pegarse a su rueda fue el campeón mundial Julian Alaphilippe (Quick-Step), quien rodaba sentido por una, también espectacular, rodada sufrida unos kilómetros antes.
De la prueba participó el argentino Maximiliano Richeze, compañero de equipo de Pogacar, quien fue uno de los 54 que no culminaron la carrera.