La muerte de un jovencito de 17 años por un accidente en la moto que guiaba por Ruta 40, en Sarmiento, la noche del 27 de marzo pasado, está a un paso del archivo. Es que luego de investigar, el fiscal Francisco Pizarro y el ayudante fiscal Ignacio Domínguez (UFI de Delitos Especiales), concluyeron que no hay pruebas para mantener las sospechas contra el militar retirado Walter Rojas (55) como autor de ese siniestro letal. Y piden su sobreseimiento, situación que reclama el defensor Leonardo Miranda desde el primer momento.
El caso no tuvo por ahora esa salida, por un reclamo de los abogados de la familia de la víctima, los hermanos Josela y Fernando Echegaray Moya. Ambos plantearon, ante la magistrada, Verónica Chicón, luego ante el juez del Tribunal de Impugnación, Benedicto Correa, que no puede haber sobreseimiento sin antes considerar una pericia accidentológica que ellos pidieron y nunca les dejaron incorporar.
Según los letrados, solicitaron a Fiscalía esa pericia el 31 de mayo pasado y no tuvieron respuesta. Además, dijeron que del resultado de la pericia encargada por Fiscalía recién se enteraron cuando les notificaron de la intención de sobreseer al exmilitar.
La jueza Chicón les rechazó el planteo. Y el juez Correa escuchó sus argumentos y también los de la fiscal de Impugnación, Silvina Gerarduzzi, y el defensor Leonardo Miranda.
Fiscalía y Defensa coincidieron en que la jueza Chicón no debió concederles la apelación que ahora debe resolver Correa, por extemporáneo al vencer un plazo de 3 días que tenían para hacerlo. Además, recordaron que cuando se les notificó del inicio de la pericia oficial, uno de ellos propuso puntos a evaluar por el perito oficial.
El accidente ocurrió a las 22,15 del lunes 27 de marzo. A esa hora, Juan Pablo González guiaba una moto hacia el Norte por la Ruta 40 (entre Aberastain y Mendoza Vieja, Sarmiento) cuando perdió el control, cayó y fue su fin. A la misma hora, el militar retirado Walter Rojas (55) volvía de un velorio en Media Agua, Sarmiento, con su esposa y su hijo. En principio, Fiscalía sospechó que Rojas embistió al jovencito, le quitó la vida y se fugó, porque restos de la parte de abajo de su Citroën C3 Aircross quedaron en el asfalto.
Sin embargo el examen del perito oficial es clave a favor de Rojas. Ese experto estableció que el jovencito chocó contra el guardarrail y que no hay marcas de impacto en la moto de tal importancia como para sospechar que fue embestido. Para la Fiscalía, la hipótesis es que perdió el control sin que otro vehículo interviniera, cayó al asfalto y murió al golpearse la cabeza en el costado derecho. Y que Rojas pasó después y embistió la moto, pero no al menor, porque en su vehículo no había ningún rastro genético de la víctima (sangre, tejidos, pelos).
El caso sigue abierto.
- Picante cruce entre el juez y un abogado
En la audiencia de impugnación hubo fuertes cruces entre el juez Correa y el defensor Miranda. El letrado le dijo al magistrado que notaba cierta "tendenciosidad" de su parte, por algunas expresiones verbales y gestuales hacia él. El juez le recordó que, antes de comenzar, el propio abogado le preguntó "qué iba a hacer sobre el fondo de la cuestión", algo que le pareció "impertinente y fuera de lugar", porque implicaba adelantar opinión. El abogado entonces pidió disculpas, pero el juez le retrucó que no le parecían sinceras por insistir con ese planteo como "cuestión preliminar". Le aclaró que no tenía nada "tendencioso" contra él ni la Fiscalía ni el imputado. Le pidió que esperara y escuchara lo que iba a decir la Parte Querellante ("salvo que tenga un don (…) que le permita conocer lo que van a decir", dijo). Y que si creía que debía recusarlo (pedirle apartarse del caso), podía hacerlo. Al final, las aguas se calmaron.