Christian Cabral es un chofer de colectivo de la línea 500, en la localidad bonaerense de Florencio Varela, quien como todos los días, y durante su recorrido, cruzó la avenida San Martín, pero esta vez fue interceptado por un patrullero policial, mientras que los oficiales que viajaban dentro lo acusaron de haber golpeado un espejo retrovisor del vehículo de la fuerza.

 

Ante la sorpresa, Christian negó el hecho al igual que varios pasajeros que lo defendían, hasta que uno de los agentes subió al colectivo, le pidió la documentación y luego le avisó que lo iba a llevar detenido. Sin dudarlo, y sabiendo de su inocencia, el conductor acusado comienza decir que no quiere ir preso, situación que encolerizó el agente, quien fuera de si lo tomó del cuello y lo tiró al piso lastimandole la nariz. Los pasajeros no podían creer la terrible situación vivida y uno de ellos dejó registró de los hechos.

 

Mientras el chofer esta mal herido y sangrando, los policías logran esposarlo pero la gente a su alrededor reacciona. En un clima de extrema tensión, entre gritos y palabras de reprovación para los uniformados, aparece una concejal (Norma Liliana Cristaldo, del bloque Peronismo Renovador) pidiendo explicaciones.

 

Minutos después, cae al lugar un representante del gremio de la línea exigiendo su inmediata liberación, quien mediante un audio, al que pudo acceder el diario Crónica, contó lo sucedido: "Tuvimos una discusión larga y tendida con el jefe de calle que quería que hagamos la denuncia todos en la comisaría, a lo que nos negamos rotundamente".

 

Finalmente, mediante testigos, el policía que agredió al colectivero fue detenido por sus propios colegas y trasladado a la comisaría más cercana, al tiempo que la gente lo abucheaba. Por su parte Christian, tras hacer la denuncia correspondiente, se recupera de los golpes en su casa.