Los integrantes de la Asociación Tomate 2000 -entidad de competitividad que nuclea a buena parte de la cadena tomatera de San Juan, Mendoza y La Rioja-, desde el productor, hasta el vivero, investigador y la fábrica; y de la Cámara de Industriales de Productos Alimenticios (CIPA) levantaron ayer la voz de alerta por el aumento de latas de tomates entero pelado importadas (principalmente de Italia), y advirtieron que la práctica está poniendo en riesgo la subsistencia de los productores de las provincias involucradas. Según la entidad, entre el 2015 y 2016 se importó un 971% más -de 335 mil a 3,5 millones de kilos-, y el año pasado el crecimiento fue del 187%, al trepar a los 10,3 millones de kilos (ver infografía). Esa cifra implica que se están reemplazando más de 15 millones de kilos de tomate en fresco producidos en el país y casi unas 200 hectáreas, explicaron en la entidad . Al respecto, el ministro de Producción, Andrés Díaz Cano; dijo ayer desde EEUU que ese fue uno de los temas que expuso Luis Pagani (Grupo Arcor) en su reciente visita al gobernador Uñac la semana pasada. “A partir de ahí nosotros hemos comenzado a hacer pedidos a distintos ministerios para que la Nación frene la importación de tomate procesado fraccionado, del mismo modo que hicimos con el vino; porque afecta directamente a la industria y a los productores”, aseguró el ministro.

Si bien el aumento de la importación viene desde hace unos años, el sector tomatero sacó a la luz ayer estos datos para contrarrestar los dichos del ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera; quien en el foro de inversiones realizado el sábado en Mendoza dijo que no era cierto que haya aumentado la importación de este producto, “Creo que el ministro se equivocó, o lo asesoraron mal”, apuntó ayer el gerente de Tomate 2000, Guillermo San Martín. Las palabras del funcionario nacional cayeron mal en el sector porque agregó además que el problema no era la importación, sino que la lata estaba cara. La reacción no tardó en llegar y ayer se difundió un comunicado donde se muestran los números del sector. El documento explica que Argentina importa pasta de tomate y tomate entero en lata. Con la pasta -que ingresa también cubeteada o trozada, a razón de 2 millones de kilos por año- no hay problema porque aquí no se produce suficiente para abastecer la demanda. Pero sí daña el ingreso del enlatado, del que hay suficiente producción, y no sólo que antes no se importaba sino que por el contrario llegó a exportarse a más de 20 países, aseguran. “Este problema refleja una grave situación de competitividad sistémico que es importante revertir lo más aceleradamente posible, para que este clúster agroindustrial no siga decreciendo”, indica la entidad.

Como solución a este problema el sector espera que el Gobierno nacional cumpla con la promesa de establecer obligatoriamente un precio de referencia de 78 centavos de dólar por kilo de tomate importado (hoy ingresa a U$S 0,67) que proviene de países donde además está subsidiado. También sugiere subir los niveles de reintegros en estos productos (hoy son del 4,5 al 6%) para mejorar los incentivos a la exportación.

“Es necesario colocar un arancel, siempre y cuando se abaraten los costos. Eso no quiere decir bajar los sueldos sino controlar la incidencia del gas, energía y fletes”, opinó Ricardo Polverelli, desde Nutremás, quien añadió que una lata que viene en barco desde Italia donde esta subsidiada, sale 20% más barata que acá.

 

Datos del sector

 

En San Juan

2000 Este año San Juan cuenta con unas 2.000 hectáreas de tomate, el 33% de la superficie nacional. Se espera una producción de unos 210 millones de kilos.

 

El impacto

25 millones de latas de tomates se importaron en el 2017, el 40% de la producción nacional que alcanzó los 60 millones de latas en el mismo periodo, según informó CIPA.

 

Exportaciones

11,8 millones de kilos de tomate entero pelado exportó hace 9 años Argentina a unos 20 mercados internacionales, como Reino Unido, Australia, Brasil, EEUU y Japón, entre otros.

 

Las dudas por el reclamo

Entre productores de tomates consultados existen dudas por el reclamo de la importación de tomates. Si bien admiten que el ingreso de tomate del exterior los perjudica, también temen que el reclamo sea una maniobra industrial para bajarles el precio al sector primario, cuando falta alrededor de un mes para que se fije el valor que tendrá este año año kilo de tomate que compren los industriales. “”Son maniobras de los grandes industriales para hacer caer los precios con el argumento de que lo que viene de afuera es más barato”, desconfió ayer un productor en voz baja.

Otros tomateros consultados recordaron que el año pasado la fábrica Baggio no le compró a los productores locales e importó la pasta, dejando un fuerte perjuicio económico a la producción primaria que no se esperaba esa medida.