Rosana no quiere recordar su pasado donde las humillaciones, el maltrato y el hostigamiento eran moneda corriente. Sin embargo se animó a revivir y compartir su historia para que otras víctimas se animen a salir del flagelo de la violencia en todas sus variantes. Esta mujer, de 50 años, que vivía en Calingasta y que quiso reservar su apellido, dijo que por 27 años fue maltratada por su marido que hasta le negó la posibilidad de trabajar y tener su propia plata. Pero salió adelante gracias a la ayuda recibida. Es una de las 1.000 mujeres que fueron asistidas por el municipio de Capital con diferentes programas que buscan fortalecerlas a nivel laboral y económico.
Hace 8 meses, Rosana comenzó a vivir una nueva vida, poniendo todo su esfuerzo para empezar a trabajar y mantener a sus hijas de 15 y 17 años. Fue cuando decidió denunciar a su marido y buscar la ayuda oficial para salir de la violencia. "A poco de casarnos mi marido me dijo que dejara de trabajar porque él era el hombre de la casa y me iba a mantener. Le hice caso porque me crié pensando que hay que respetar todo lo que el marido dice. Esa decisión marcó el inicio de una vida de infierno. Comenzó a hostigarme, a decirme que no valía nada, que ni Dios me quería, y yo me acostumbré a vivir este maltrato como algo normal, y a no tener ni una moneda porque él se negaba a darme dinero", dijo.
Rosana contó que hace unos años el marido le permitió que preparara alumnos en su casa, lo que la hizo muy feliz, pero que en realidad se trató de una "maldad" porque él le quitaba la plata que cobraba y le prohibía comprarse alguna cosa. Fue por eso que ella decidió volver a dejar de trabajar. "Soporté todo hasta que mis hijas comenzaron a defenderme de los maltratos de su padre. Y sentí miedo de lo que les podía hacer. Por ellas decidí ponerle fin a la situación. Busqué en internet y di con el servicio gratis de psicólogos del Gobierno y me comuniqué con una psicóloga que me explicó que mis hijas y yo ya estábamos en un contexto de riesgo del que debíamos salir urgente. Decidí denunciarlo, tramitar la solicitud de protección y respetar la decisión de la jueza de Paz de Calingasta que estableció que viniera con mis hijas a Capital a vivir con mi madre, a la que hacía años que no veía. Mientras, de la Oficina de la Mujer del municipio de Calingasta se pusieron en contacto con sus colegas del municipio de Capital que, cuando llegué a la Ciudad, pusieron a mi disposición el gabinete interdisciplinario y me beneficiaron con los programas de asistencia económica que tienen para contener a las víctimas de violencia. Gracias a eso, ya estoy armando un microemprendimiento educativo para trabajar y sostener a mis hijas", narró la mujer.
- Asistencia y capacitación
La Municipalidad de Capital lleva adelante un abordaje integral ante casos de maltrato y de violencia económica, orientando y asistiendo a las víctimas con diferentes programas que buscan empoderarlas, capacitarlas y lograr su inserción laboral.
La subdirectora del área Género de Capital, Rosana Molina, dijo que son distintos los tipos de violencia que sufren mujeres y las personas del colectivo LGBTQI+, y que una de ellas es la violencia económica. Explicó que se trata de los casos donde el agresor amenaza con dejar de proveer a la víctima con ingresos, de hacerlo con ingresos ínfimos o de no dejarla trabajar, y concretando estas amenazas. Dijo que para estos casos, se instrumentaron los programas Potenciar Trabajo y Acompañar, con muy buenos resultados. "Cuando una persona solicita ayuda por un caso de violencia familiar o de género, desde el área Género se dispara un dispositivo de abordaje con un equipo interdisciplinario de profesionales. Y si la persona ha sufrido violencia económica, tratamos de que acceda a algunos de los programas", dijo.
El Potenciar Trabajo tiene como objetivo contribuir a mejorar el empleo o generar nuevas propuestas productivas, entregando a las beneficiarias una ayuda de unos $15.000 mensuales. Molina dijo que 31 víctimas de violencia económica accedieron a este programa.
Por otro lado, hay 235 víctimas que se incluyeron en el programa Acompañar. Es una iniciativa que apunta a fortalecer la independencia económica con una ayuda equivalente al Salario Mínimo (unos $28.000) por 6 meses.
Además, en caso que la víctima sepa un oficio está la posibilidad de incluirla en alguna de las ferias de Emprender Capital. Para eso hay una persona que la asesora de cómo vender sus productos y cómo debe arreglar su stand. Hasta el momento son 681 las personas incluidas en las ferias Emprender Capital.