El oftalmólogo cirujano Oscar Kerman (68), por lo menos hasta el cierre de esta edición, seguía zafando de una posible orden de detención y por el momento continuaría en libertad mientras se lo investiga por presunto abuso sexual.
Según fuentes judiciales, hasta anoche seguían siendo cuatro los testimonios que tiene en contra, aunque explicaron que solamente la denuncia que realizó una mujer el último jueves (la primera) es la que tiene peso, puesto que en los demás casos las supuestas víctimas relataron situaciones que se asemejan más a posibles acosos, por lo que no se configuraría un abuso sexual.
La primera mujer que denunció a Kerman fue una paciente que no lo conocía y que llegó a la Clínica Santa Lucía por una cuestión de urgencia. Ese mismo jueves terminó denunciándolo en el Cavig, donde expuso que se propasó con ella en el consultorio: dijo que la manoseó (le tocó la cola, precisó) e intentó abrazarla y besarla.
Una vez que el caso se hizo público las acusaciones por maniobras similares se multiplicaron y así el oftalmólogo sumó las otras tres denuncias. La investigación del caso es llevada adelante por el fiscal Eduardo Martínez, con la coordinación del fiscal Roberto Ginsberg. Por pedido de ellos, el juez de garantías Andrés Abelín ordenó secuestrar registros de pacientes, grabaciones en video y otras pruebas de la Clínica Santa Lucía. Además, las denunciantes serán evaluadas por psicólogos.
"No tenemos ninguna declaración para hacer", dijeron ayer en la casa del oftalmólogo, ante la consulta de un periodista de este diario.