En los últimos años, para los argentinos, los costos de veranear en Brasil habían llegado a ser muy similares que los de descansar en las playas del país. Como efecto, en los principales balnearios brasileños, con Florianópolis a la cabeza, el acento argentino se hizo escuchar como nunca. Pero en la próxima temporada el panorama promete cambiar. Porque quienes ya empezaron a averiguar para sus vacaciones están encontrando precios que llegan a duplicar, en pesos, a los del año pasado.

 

La clave está en el nuevo escenario cambiario. Quien reservó en septiembre de 2017 para viajar a Brasil el verano pasado pudo hacerlo con el dólar a $ 17,34 y el real a $ 5,44. Pero en las últimas horas el billete estadounidense cotizó a $ 40,22 (132% más) y la divisa brasileña llegó a $ 9,47 (74% más), según los datos del Banco Central. Diferencias que impactaron muy fuertemente en las tarifas en pesos de los vuelos y el alojamiento.

 

Un relevamiento entre aerolíneas y agencias de viajes mostró que ahora una pareja con dos hijos chicos necesita entre $ 85 mil y $ 100 mil, según la compañía, sólo para comprar los cuatro pasajes de avión ida y vuelta de Buenos Aires a Florianópolis, en los vuelos directos más económicos disponibles. Como barato, con escalas y esperas de varias horas, se pueden conseguir por $ 75.600.

 

En familia o en pareja, tampoco se hallan ya pasajes a menos de $ 20 mil por persona para ir en enero entre Buenos Aires y “Floripa”, el destino más visitado por los argentinos, y tampoco rumbo a Río de Janeiro, cuando un año atrás había ofertas por la mitad de ese valor.

 

Así, salvo que se opte por un viaje terrestre, las vacaciones familiares arrancan ya en Brasil con un presupuesto muy abultado, al que luego habrá que sumar el alojamiento.

 

Como referencia, en conocidas inmobiliarias de Florianópolis, por una habitación para cuatro cerca del mar están pidiendo al menos $ 25 mil por quincena si está en Ingleses, y más de $ 30 mil en Canasvieiras. Con dos dormitorios, en este último balneario, los costos arrancan desde $ 36 mil.

 

La opción de comprar por paquetes tampoco permite esquivar el impacto de la megadevaluación. Si hace un año, para el verano 2018, se promocionaban planes de 7 noches en Florianópolis a $ 17 mil o $ 21 mil, con vuelo directo y hotel de tres estrellas con desayuno, hoy propuestas similares se ven en torno a $ 38 mil.

 

En plan de pareja, y en la misma agencia, un paquete para enero con vuelo y 7 noches en una posada tres estrellas de Buzios con desayuno incluido saltó en un año de $ 20 mil a casi $ 40 mil. Mientras que una propuesta similar a Arraial D’Ajuda ahora se ofrece por $ 46.500, cuando un año atrás estaba a $ 24.400.

 

Pero Brasil no sólo será menos accesible este verano por la devaluación del peso. El otro factor restrictivo es que los argentinos, al reservar vuelos y hoteles, hallan hoy una oferta de financiación mucho más limitada y costosa para enfrentar esos precios con tanto aumento. Por la fuerte suba de las tasas, los planes de cuotas sin interés se redujeron al mínimo. Y abonar en 12 pagos puede implicar recargos mayores al 50%.

 

Fuente: Calrín