En una tierra que hasta ahora aún es infértil, en el paraje Cañada Honda, sobre la ruta provincial 153 a 10 kilómetros al Oeste de la villa cabecera Media Agua, en Sarmiento, una perforadora del Gobierno provincial está construyendo un pozo de agua que le cambiará la vida a 50 productores familiares. En 10 días más la obra estará concluida y con el flujo para riego garantizado la Asociación Civil de Productores Santa Bárbara, la Cooperativa Frutos de mi Tierra y la Asociación de Pequeños Productores de Tres Esquinas empezarán a cultivar sus propias parcelas de melón -el principal de la zona-, pero también de cebollas, ajos y otras hortalizas. Esas son las primeras entidades de productores de pequeña escala elegidas para desarrollar el Polo de Desarrollo Productivo de Sarmiento, un programa que por primera vez pone en marcha el Ministerio de Producción, a través de la Dirección de Desarrollo Agrícola. Este consiste en la entrega de tierras fiscales en comodato a campesinos que no poseen tierras y que no pueden pagar los altos costos de alquiler de las mismas. El año pasado el alquiler de la hectárea en la zona era de $15.000 y para esta campaña subió a $17.500, cuenta Hugo Nievas, uno de los integrantes de Santa Bárbara. Cumplidos los 10 años los productores podrán renovar por otros 10, o bien usar la cláusula de compra del terreno, para lo cual el Tribunal de Tasación la provincia definirá el precio como una tierra sin mejoras, lo que lo hará más accesible. Una experiencia parecida es la nueva colonia agroproductiva de 25 de Mayo (ver aparte), pero la diferencia fundamental ahora es que esta iniciativa va destinada a productores pequeños, de la agricultura familiar. Los beneficiarios ingresaron al programa por tener sus papeles de personería jurídica en orden. Cada entidad recibe una parcela de 20 hectáreas, mientras que en las 3 hectáreas restantes la provincia está construyendo la perforación que las dotará de agua, un reservorio y un galpón, a un costo de $6 millones. La municipalidad de Sarmiento se suma con la tarea de desmonte del terreno. Además los meloneros recibirán un tractor e implementos agrícolas. ""Esta decisión política será un cambio en el sistema productivo como también en la realidad de cada familia que va a tener a disposición estas tierras" dijo Marcelo Balderramo, director de Desarrollo Agrícola. Para Hugo Nievas esa es la realidad. ""No podemos llegar a expresar la gratitud por este proyecto cuando nos dieron la noticia. Nosotros nunca vamos a pedir plata, tenemos las manos y sólo pedimos la posibilidad de abrir una puerta y demostrar lo que somos capaces", dijo. El productor -tercera generación de una familia dedicada al cultivo de melón- dice saber bien lo que es estar sometido al sistema de arrendamiento de tierras. ""Mi padre y abuelo se pasaron la vida haciendo melones y los dueños de la tierra que en esa época no hacían contratos, cuando querían le dejaban sacar la producción, y a veces te cerraban la tranquera", recordó. Hoy el limitante es el alto precio del alquiler de la tierra al que se suma el costo de las semillas de melón, nada menos que $28.000 el sobre y para una hectárea se precisa uno y medio. En la asociación son todos jóvenes, de 30 a 42 años el más grande, y el ingresar a este proyecto les insufló mucho empuje. Dicen que van a apostar por la compra del terreno al término de los 10 años.
En 25 de Mayo
En mayo pasado se entregaron las tierras fiscales del Polo de Desarrollo Productivo 25 de Mayo buscando ampliar la frontera agrícola provincial. Son 5.100 ha en total, divididas en 92 parcelas de 45 a 50 ha cada una, de las cuales se entregaron 22 parcelas en comodato (que totalizan 2.800 ha, es decir 67% del total del área productiva) a aquellos productores y grupos inversores que fueron seleccionados.