El 18 de mayo es el Día de la Escarapela, un emblema tan icónico como emotivo que es parte indiscutible de nuestra identidad nacional celeste y blanca, creada por Manuel Belgrano.
Belgrano, a pesar de reconocer modestamente en sus memorias que sus conocimientos militares "eran muy cortos…", demostró ser un líder visionario en el campo de batalla.
La historia de la creación de la escarapela
Fue durante la campaña al Paraguay, en la lucha contra los realistas, que notó la necesidad de introducir un distintivo entre sus soldados. Quería un emblema que permitiera a las tropas reconocerse entre sí y evitar confusiones con los enemigos.
En una carta fechada el 13 de febrero de 1812 dirigida al Primer Triunvirato, Belgrano expresó: "Parece llegado el caso de que Vuestra Excelencia se sirva declarar la escarapela nacional que debemos usar, para que no se equivoque con la de nuestros enemigos, y no haya ocasiones que puedan sernos de perjuicio; y como por otra parte observo que hay cuerpos del ejército que la llevan diferente, de modo que casi sea una señal de división…".
Su propuesta fue acogida y cinco días después, el 18 de febrero, el Triunvirato decretó su uso oficial.
El documento oficial firmado por Feliciano Antonio Chiclana, Manuel de Sarratea, Juan José Paso y Bernardino Rivadavia establecía: "En el acuerdo de hoy se ha resuelto que desde esta fecha en adelante, se haya, reconozca y use, la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, declarándose por tal la de dos colores, blanco y azul celeste, y quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían".
La respuesta de Belgrano a este decreto expresaba claramente su satisfacción y la de sus soldados: "Se ha puesto en ejecución la orden de V. E. de fecha 18 del corriente para el uso de la escarapela nacional que se ha servido señalar, cuya determinación ha sido del mayor regocijo, y excitado los deseos de los verdaderos hijos de la patria de otras declaraciones de V. E. que acaban de confirmar a nuestros enemigos en la firme resolución en que estamos de sostener la independencia de la América".
Durante la campaña al Paraguay, Belgrano notó la necesidad de introducir un distintivo entre sus soldados. Quería un emblema que permitiera a las tropas reconocerse entre sí y evitar confusiones con los enemigos.
Bajo esta última consideración, inmediatamente Belgrano creó la bandera con los mismos colores.
Fue más de un siglo después, en 1935, que el Consejo Nacional de Educación propuso conmemorar el Día de la Escarapela, y finalmente, en 1941, se instituyó oficialmente la fecha del 18 de mayo.