Tres médicos que a pedido de Fiscalía analizaron la historia clínica, la autopsia realizada en el cuerpo de la pequeña Catalina Valdez Sosa (4) y, sobre todo, la actuación de las dos médicas que la atendieron en el hospital Guillermo Rawson el día que ingresó lesionada por un accidente de tránsito (su padre se montó a un bulevard en auto y chocó un poste del tendido eléctrico), concluyeron que esas profesionales actuaron como debían. Y que la hemorragia que desencadenó la muerte de la nena pudo ocurrir luego de recibir el alta, porque durante sus casi 8 horas de internación el ‘hematoma estuvo contenido’. Además, remarcaron que la lesión que provocó el derrame sanguíneo es sumamente atípica, al punto de que no encontraron antecedentes.

‘De acuerdo a los exámenes médicos realizados, los diagnósticos enunciados fueron precisos según la evolución que desarrolló la paciente durante el período de su internación y los tratamientos fueron los adecuados‘.

Eso informaron los médicos que actuaron como peritos, Gustavo Fabiani (Poder Judicial), Beatriz Vázquez (consultora de Fiscalía) y Pablo Medard, este último propuesto por las médicas bajo sospecha: Marcia González y Vanesa Sojo, indicaron fuentes judiciales. Los padres de la nena podían poner un médico de parte, pero no lo hicieron, indicaron. Y esas conclusiones resultan altamente favorables para ambas médicas, pues podrían ser desligadas con un sobreseimiento del supuesto delito de homicidio culposo por el que empezaron a ser investigadas el pasado 7 de octubre.

Según esos voceros, el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Iván Grassi, ya comunicó el resultado de esa pericia médica a los padres de la nena fallecida. Y, como era de esperar, no tomaron con buenos ojos esa novedad y habrían dicho que las médicas, aquella vez, debieron realizarle al menos un estudio más a la nena antes de darle el alta.

El accidente que le costó la vida a Catalina ocurrió alrededor de las 16 del 7 de septiembre pasado, cuando viajaba con sus padres hacia el Norte por Abraham Tapia y poco después de pasar el puente del acceso Sur, Capital, su papá perdió el control del auto, subió a un bulevar y chocó con un poste. A las 16,25 de ese día la nena ingresó al hospital. Y desde entonces permaneció internada hasta los primeros minutos del otro día, cuando la externaron porque los médicos consideraron que de acuerdo a la tomografía que le hicieron en su cabeza, los análisis y los demás síntomas que presentaba, no hacían sospechar sobre la presencia de ninguna lesión abdominal. Cuando volvieron con ella al hospital, sobre las 2 del 8 de septiembre, nada se pudo hacer.

‘De acuerdo a las ilustraciones y hallazgos de autopsia, se observa una hemorragia contenida entre las paredes del meso que se evidencian, además, en los estudios histopatológicos. Esto sustenta la explicación de síntomas y signos clínicos estables al momento de la externación, pudiendo evolucionar a una hemorragia activa en segundo tiempo, coincidiendo con su externación, la que fue de una intensidad suficiente para desencadenar el compromiso de las funciones vitales con un desenlace desfavorable que produjo el óbito de la menor‘, concluyeron los peritos.