Habían pasado unos minutos de las 13 de ayer cuando unos niños que jugaban a un costado de la Ruta 295, en Sarmiento, y un motociclista, quedaron impactados por una escena similar a la de una película: el chofer de un camión batea cargado con 25 toneladas de piedra, intentó esquivar unos perros, mordió la banquina y al intentar frenar el vehículo, el pesado semirremolque levantó la cabina y en el vuelco la sacudió ruedas para arriba violentamente contra el asfalto. El desenlace fue previsible: el camionero nada pudo hacer, agonizó unos minutos y perdió la vida antes de ser asistido por personal de una ambulancia. Según fuentes policiales y judiciales, esa es la principal versión de cómo ocurrieron los hechos que le costaron la vida ayer a Rodolfo Héctor Castro (36 años). La recabaron en el lugar del siniestro el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, sus colaboradores y los policías de Criminalística que recabaron las evidencias de la causa, precisaron voceros judiciales.
Según ese relato, Castro venía de Caucete con una carga de piedras destinadas a la construcción de la nueva Ruta 40.
Transitaba hacia el Oeste por la Ruta 295 (límite entre Pocito y Sarmiento) y se accidentó alrededor de 1 kilómetro antes de empalmar con la ruta nacional.
El principal testigo del hecho fue un hombre que circulaba en sentido contrario en una moto, y no sufrió por poco las consecuencias del vuelco, pues una de las piedras alcanzó a golpear y dañar su rodado, precisaron voceros del caso.
A pesar de que la principal hipótesis sobre la causa del accidente apunta a una maniobra de último momento para evitar a los perros, desde la UFI de Delitos Especiales encargaron una serie de medidas de prueba para determinar si en el hecho pudieron influir algunos otros factores, como una eventual descompensación orgánica del chofer o alguna falla mecánica en el camión.