Los sectores de acceso a la provincia o a la ciudad de San Juan carecen de una identificación apropiada.

 

Nuestra provincia limita con otras tres: Mendoza, La Rioja y San Luis con buenos accesos y simples indicaciones en cada lugar. Además con Chile. No sé si se están proyectando importantes y vistosos portales que indiquen a los viajeros, entrando y saliendo, ida y vuelta, que San Juan dejó de ser una región sin atractivos dignos de conocer para ser otra que asombra a los ojos de argentinos y de extranjeros.

Paisajes de bellas montañas, túneles, caminos asfaltados por aquí y por allá, rectos y sinuosos; asombrosos edificios de todo orden y obras de múltiples usos. Se cuentan gubernamentales y privados, deportivos, culturales, industriales, escolares, comerciales, viales y otros para nuestra satisfacción y orgullo.

Y hay más todavía. Impactantes locales para coros, músicos, actos diversos, estadios, autódromos, avenidas triplemente arboladas por kilómetros y kilómetros, frescos parques y plazas como espacios verdes.

Por fortuna San Juan dispone de excelente caudal humano técnico que proyecta, calcula, fabrica, instala y garantiza el buen resultado de sus trabajos gracias a esfuerzos y compromisos profesionales.

Si tales portales todavía no están en proyecto, yo, un sanjuanino del montón, los imagino únicos e impresionantes cruzando sobre las rutas, de banquina a banquina, mostrando su silueta parecida a las estructuras metálicas que sostienen los casi 10 techos de clubes deportivos que fueron hechas por el gobierno local con gran acierto, de original trazado y que son un símbolo distintivo y regional. Serán proyectados y calculados teniendo en cuenta sismos, candente sol, furiosos y polvorientos vientos, granizo, mantenimiento y otras causas.

De llegada, y con posible iluminación nocturna, se leerá "San Juan" entre 2 siluetas sanjuaninas: sol y una botella sirviendo vino en una copa. De salida "Feliz viaje". Todo lo pensado e imaginado se materializaría en una primera etapa. Al tiempo, en una segunda, se mostrará pequeñas figuras en chapa sin perforaciones que resalten y simbolicen nuestros panoramas, nuestras riquezas y nuestro quehacer. Lucirán soldadas en los 2 soportes verticales y metálicos cual torres forradas con alambre artístico en sus caras visibles.

No faltará un perfil de nuestro prócer Sarmiento, el campanil de la Catedral, el arco del Bicentenario, un dinosaurio, una guitarra, un patín con ruedas y muchos más que nos individualizan.

Con el tiempo, y en las cercanías, aparecerán elegantes apeaderos mostrando productos para obsequiar o vender además de abundante folletería. Uvas, pasas, vinos, dulces de alcayota y de membrillo, aceitunas, melones, sandías, tortitas jachalleras, arrope, alfajores, conservas, artesanías y más.

San Juan es otra, moderna y única. Merecemos asombro, respeto y reconocimiento por lo que se hace y lo que se hará. Quizá localistas como hay en el mundo. En Argentina ¡¡¡Vamos San Juan, adelante!!!

 

Por Elías Pósleman  –  Escritor y poeta.