En el contexto de la pandemia por el covid-19 por la que estamos atravesando, el turismo es una de las actividades económicas que está resultando más afectada por las restricciones impuestas. En todo el mundo y, lógicamente, en la Argentina las pérdidas son millonarias, lo que le llevará al sector varios años recuperarse, una vez que se habilite el turismo interno y el que posibilita el ingreso de personas de otros países. Ante este cuadro de situación distintos sectores vinculados con el turismo están viendo la posibilidad de encontrar algunas alternativas no tradicionales que les permita reactivar esta industria aprovechando recursos disponibles en cada una de las regiones o provincias. 

Es en este marco en el que el turismo rural comunitario encuentra una gran posibilidad para desarrollarse en toda su dimensión, ya que conjuga perfectamente una serie de aspectos que el turismo tradicional ha venido dejando de lado. Se ha comprobado que la gente está ávida por hacer un turismo que además de mostrar los recursos naturales y bellezas paisajísticas, ofrezca un poco más de la idiosincrasia que tiene cada pueblo con productos artesanales de calidad, una oferta gastronómica autóctona, espectáculos de artistas locales, y la posibilidad de conocer costumbres y hábitos de cada lugar. 

Ese es el nuevo turismo que viene, alentado por la apertura parcial de actividades y de restricciones, y que hay que promover para que cada una de las comunidades tenga la posibilidad de sumarse a esta actividad a fin de generar fuentes de recursos genuinos que la ayuden a crecer y desarrollarse. 

Hasta hoy viernes 18, en la provincia de Jujuy se realizará el primer encuentro de Turismo rural Comunitario con la participación de operadores turísticos y autoridades del área de la mayoría de los países latinoamericanos. Este encuentro está permitiendo el debate de variadas ideas sobre la mejor forma de promover este tipo de turismo que se considera impostergable y necesario ante la situación económica por la que se está atravesando. 

En el caso de nuestra provincia, sin duda hay mucho por hacer para que el Turismo Rural Comunitario se convierta en una auténtica alternativa para el desarrollo social y económico de los sitios considerados turísticos. Hay que empezar por generar conciencia de que además de las bellezas naturales que se disponen, la comunidad puede y debe participar de la oferta turística local. Para ello es necesario que, con el apoyo de los sectores oficiales y de otros ámbitos, la gente que pueda verse involucrada se prepare debidamente a fin de ofrecer nuevos y mejores servicios a los turistas, lo que redundará en beneficio de todos.