A principios de marzo, Valentina Rodríguez se preparaba contenta para ir a la Escuela Antonio de la Torre, donde se reencontraba con sus compañeros de primer grado con los que el año pasado sólo pudo compartir algunas clases, debido la pandemia. Ahora, llora los días que le toca ir. El fundamento: demora demasiado en copiar la tarea de la pizarra y se siente mal cada vez que la maestra le pide más velocidad. Es la situación por la que atraviesan muchos de los alumnos de los primeros grados de primaria y que forma parte de las dificultades a las que se enfrentan para poder adaptarse a la presencialidad. Padres y docentes hablaron con DIARIO DE CUYO sobre esta problemática que les preocupa porque desconocen cómo influirá en el aprendizaje de los chicos en su estado de ánimo. E identificaron cuáles son por principales problemas en los primeros grados de primaria durante este ciclo: los chicos se atrasan, muchos no aprendieron aún a leer y escribir y tampoco manejan la letra cursiva y otras herramientas.
Llanto, dolor de cabeza, angustia. Así define Érica la situación por la que atraviesa Noha, su hijo que asiste a segundo grado en la Escuela Antonino Aberastain. Dijo que todo se debe a que demora mucho en escribir y no alcanza a copiar la tarea antes de que la maestra la borre de la pizarra. "Casi todos los días que tiene clases presenciales viene con la mitad de la tarea hecha o copiada porque no tiene práctica para escribir a la velocidad que exige la maestra. No es que le exijan cosas imposibles, sino que es algo a lo que no están acostumbrados los niños que el año pasado hicieron el primer grado de manera virtual. Creo que va a costar mucho que se adapten a las exigencias", dijo la mujer.
Lourdes también llora cada vez que le toca cursar presencialmente el tercer grado en la Escuela 14 de Febrero. El motivo es que le cuesta escribir en cursiva y eso le causa frustración porque cree que es su culpa. "Nosotros le decimos que no se angustie que a muchos chicos les cuesta escribir en cursiva porque es más difícil hacer este tipo de letra que la imprenta mayúscula con la que escribieron en primero y segundo grado. Como el año pasado las clases fueron a distancia y pudieron hacer las guías en el horario elegido y con un amplio margen de tiempo, no tuvieron una escritura permanente como para generar que se les acostumbre la mano. Por eso ahora les cuesta tanto. Pero este inconveniente les causa otras dificultades", dijo María del Valle Frías, su mamá.
Esta dificultad de los chicos para adaptarse a la presencialidad es una problemática que no hace distinción. Se da tanto en escuelas de gestión pública como privada y con las mismas consecuencias poco favorables para su estado emocional y aprendizaje. Así lo afirmó María Palma, mamá de Juliana que asiste a segundo grado en el Excellence College. "Creo mi hija como varios compañeros pasan por varias dificultades. Una de las principales es que les cuesta entender las consignas que escribe la maestra en la pizarra porque no saben leer ni escribir correctamente de corrido y esto les dificulta seguir un sentido. El año pasado aprendieron como pudieron con lo que los papás les pudimos enseñar y sin tener práctica ni exigencia constante. Esto los retrasa en todo. Por eso mi hija va a clases de apoyo pagas para poder ponerse al día. Pero no es muy saludable porque a la angustia que pasa en la escuela le suma la que pasa en las clases de apoyo", sostuvo la mamá.
Los docentes también son testigos de esta problemática y quisieron expresarse sobre el tema, pero de manera anónima por temor a represalias.
Marta es maestra de segundo grado y dijo que es muy dificultoso dar clase y avanzar con los contenidos porque los alumnos vienen con un retraso muy importante debido a la virtualidad. Sostuvo que este año está trabajando con una generación de alumnos que prácticamente pasó de sala de 5 de Nivel Inicial a 2do grado. "Los colegas de primer grado hicieron lo mejor posible con la enseñanza a distancia, lamentablemente no fue suficiente. Y los papás hicieron lo que pudieron y les enseñaron desde lo que ellos saben. No tienen la psicología ni la pedagogía que el docente tiene para poder enseñar un tema. En estos momentos cuesta mucho avanzar con la educación de estos niños que están haciendo un primer y segundo grado a la vez. El primer trimestre vamos a reafirmar contenidos básicos de primero para recién después avanzar con los contenidos de segundo. Y este es un retraso más que importante", sostuvo la docente.
Por su parte Rosana, maestra de primer grado, dijo que también la dificultad de la presencialidad pasa porque los chicos carecen de los hábitos necesarios en el aula. Dijo que hasta organizarlos representa un desafío. "Vemos que los chicos no están acostumbrados a estar sentados por un par de horas ni a trabajar en un tiempo determinado porque el año pasado, con las clases a distancia, no tuvieron que desarrollar ninguna de estas conductas. Lo que hoy nos sigue jugando en contra es que no tienen clases presenciales todos los días y por lo tanto les cuesta mantener en el tiempo la práctica, contenidos y hábitos adquiridos", dijo la docente.
Ivana, otra docente, contó una anécdota para resaltar la importancia de la presencialidad en la educación de los niños. Dijo que el año pasado, los chicos de un primer grado no tuvieron ni un solo día de clases presenciales porque su maestra estuvo de licencia durante el inicio del Ciclo Lectivo y luego comenzó la cuarentena. Y que pasaron de Sala de 5 a segundo grado sin pisar la escuela. Su maestra de segundo notó que no merendaban durante los recreos y les preguntó por qué. Le contestaron porque ella no les decía que ya podían merendar como hacía la seño de Nivel Inicial.
Ante esta situación problemática DIARIO DE CUYO intentó por cuatro días comunicarse con las autoridades del Ministerio de Educación, pero no contestaron.
Los casos no ceden
El Ministerio de Salud Pública informó que ayer se detectaron 231 casos de coronavirus en San Juan y hubo 4 víctimas fatales, en 24 horas. Con este número, el total de contagios se elevó a 27.129 mientras que el de muertos llegó a 508. La cantidad es alta teniendo en cuenta que los fines de semana disminuye.