El comisario general (RE) se negó a dar su versión cuando tuvo la oportunidad de defenderse. El fallo en su contra no está firme.

 

Fueron sus compañeras de colegio las que la animaron a decírselo a su mamá. Para entonces hacía rato que le parecía que no estaba bien que ese familiar a quien estimaba tanto, la manoseara y la besara las veces que se quedaban solos (generalmente en la casa de él) y que en las últimas ocasiones, en enero pasado, hasta la lesionara con sus dedos. El 16 de julio pasado se lo contó a su mamá que, shockeada, no supo qué hacer porque le parecía increíble que ese hombre tan cercano y que tantas veces se mostró cariñoso con su hija hubiera hecho algo así. Pero se animó y el 23 de julio pasado lo denunció. Y ahora el juez de Instrucción Martín Heredia Zaldo, consideró probados los delitos sexuales cometidos contra esa niña hasta que tuvo 14 (hoy tiene alrededor de 15), y que nunca dijo nada porque luego de cada ultraje el sospechoso le decía que la quería, además de hacerla sentir su predilecta comprándole regalos.

Prisión preventiva por abusos sexuales simples y con acceso sexual reiterados y corrupción de menores agravada, fueron los delitos que el magistrado le imputó a ese sospechoso, el excomisario general de la Policía Federal Angel Darío Monzón, a quien le ordenó un embargo por $500.000, dijeron fuentes judiciales.

Monzón había sido detenido el 7 de agosto pasado en su casa de Santa Lucía, cuando el cúmulo de pruebas que había ordenado producir el magistrado confirmaron la versión de la niña, indicaron.

Entonces, el comisario general jubilado tuvo la oportunidad de dar su versión, pero por consejo de su defensa se abstuvo de declarar.

Angel Darío Monzón es inocente para ley. Sólo una condena firme romperá ese estado.

Entre las pruebas que el juez consideró claves contra Monzón, se incluyen el relato de la propia víctima, considerado verosímil y libre de toda falsedad o mitomanía por la psicóloga que la entrevistó. El testimonio de su madre. O el informe del médico sobre los desgarros incompletos en sus genitales, precisaron.

El fallo aún puede ser apelado ante un tribunal superior.