El juez de Instrucción Alberto Benito Ortiz procesó con prisión preventiva a un camillero del hospital Marcial Quiroga, porque consideró probado que violó en su casa a una jovencita de 16 años con retraso mental, a la que encañonó con un arma y amenazó para que no gritara mientras la sometía y para que, luego, no lo delatara, dijeron fuentes judiciales.
El hecho habría ocurrido el 10 de noviembre pasado, en la casa de Rivadavia del sospechoso, identificado como Gastón Picasso (44). El imputado negó haber cometido delito alguno y atribuyó todo a una suerte de venganza del padre de la chica, porque en esos días él fue a reclamarle que sus hijos le hubieran robado algunos objetos que le habían regalado a sus hijos por su cumpleaños.
Picasso es vecino de la familia de la víctima, que es muy pobre y concurría a su casa en busca de la ropa que el acusado juntaba para entregarla a gente humilde. De ahí la frecuencia de trato.
Sin embargo el relato de la niña sobre cómo y quién la abusó resultó creíble, libre de mentiras y principalmente sintomático de una víctima de abuso para dos psicólogas que la entrevistaron. Esas pruebas, más el informe médico sobre el hecho de que la víctima no era virgen y otras evidencias, como el testimonio del padre y el de una hermana de la niña, fueron suficientes para que el magistrado diera por acreditado que el delito existió y que Picasso había sido el autor.
Por el mismo caso y también sospechado de abusar de esa jovencita, está preso el carnicero Jorge Ariel Espinoza, quien se había entregado voluntariamente y había pedido que lo eximieran de quedar detenido. El juez debe resolver si debe o no procesarlo y prolongar su encierro.