El basquetbolista Carlos Delfino, integrante de la Generación Dorada del básquet argentino, fue procesado por la Justicia federal de Santa Fe por lavado de activos. La causa contra él se desprende de otra por la que aún está prófugo Vicente Pignata, buscado por sus vínculos con el narcotráfico en dicha provincia.
La familia Delfino empezó a ser investigada tras uno de los allanamientos realizados en el barrio El Paso, en Santo Tomé, donde una de las viviendas allanadas y de propiedad de Pignata había tenido como dueño anterior al basquetbolista.
Pignata habría adquirido esa casa y otros innumerables bienes con dinero proveniente del narcotráfico. Ese proceso puso la mira en la venta de la propiedad y en el rol que tuvieron el Lancha y su papá, Carlos Gustavo, también procesado.
La propiedad, según detalla la investigación, "figuraba como propiedad de una off shore llamada Parmery Trading S.A, la cual celebró un contrato tipo comodato gratuito con Carlos Gustavo Delfino por un plazo de 95 años". La operación de venta se hizo por unos 500 mil dólares.
"Me sorprende el procesamiento exprés. Esa es la verdad. Creo que a Carlitos le tendieron una cama. Creo que molestó en ese country algunas declaraciones que él hizo cuando abandonó ese lugar tras un robo. El propio Carlos lo dijo en su declaración de la semana pasada y el fiscal actuante (Walter Rodríguez) vive en ese lugar también", dijo el abogado del deportista, Néstor Oroño, en declaraciones al diario Clarín.
"La mala fortuna es que haya realizado la negociación con esta persona condenada por narcotráfico. Porque la cuestión está focalizada en el origen de los bienes de Pignata que habrían sido adquiridos de manera ilícita, pero de ninguna manera se está poniendo en tela de juicio la actividad de Carlos Delfino hijo", agregó Oroño.
Por último, el abogado recordó el paso de Delfino por la NBA y otras ligas europeas y remarcó los controles fiscales que rigen en esos países: "Resulta descabellado pensar que, habiendo ganado el dinero en actividad lícita en los países más controlados del mundo, va a venir a la Argentina a cometer delitos con un narcotraficante barrial".
Delfino y su papá seguirán en libertad. Distinto es el panorama para la esposa de Pignata, Elisabet Yanina Campos, y su papá, Ramón Darío Campos, procesados con prisión preventiva.