En esta columna de opinión reproducimos parte de la "carta abierta" que el autor de la nota ha puesto a consideración del presidente Alberto Fernández, con la propuesta de un proyecto minero argentino basado en lo siguiente:
"Hace más de 30 años, como estudiantes avanzados de la carrera de Ingeniería en Minas de todas las universidades del país tuvimos la osadía de organizar a nivel nacional, la Primera Comisión Nacional de Estudiantes de Ingeniería de Minas (Coneim). Bajo esta denominación tuvimos la valentía de organizar en 1986, el Primer Simposio Minero y el Primer Seminario Debate, impulsado desde las entrañas del sector estudiantil. Aun recuerdo, Señor Presidente, como mas allá de nuestras legitimas diferencias tuvimos la grandeza de escucharnos y de ser capaces de imaginar un Proyecto Minero Nacional, en el contexto de un Proyecto Estratégico de Nación que se ha hecho tan esquivo de concebir en estos últimos 30 años. Aun recuerdo también, el momento en que logramos consensuar en forma unánime, que el único interés que debía regir la puesta en valor de nuestros recursos mineros, era aquel que debía relacionarse en forma irrenunciable, sólo con el interés nacional y el bien general.
Permítame decirle que éramos pocos, comparativamente a los muchos que después bajo distintos y extraños intereses, se fueron sumando para gestar el Modelo Extractivista y Exportador de Materias Primas Minerales, que desde la década del 90", sin distinciones de ninguna naturaleza, se viene defendiendo desde todos los gobiernos de turno.
Lo que sigue, representa parte de las propuestas del "Documento de Conclusiones" que dimos a conocer públicamente a nivel nacional: 1- Optimizar la exploración minera poniéndola al servicio de la producción, y relevando el verdadero potencial minero. 2- Realizar un inventario de la producción país, y de las expectativas geológicas-mineras de los yacimientos, mediante un banco de datos. 3- Crear un Banco Minero especializado en la inversión minera, que ejecute la asistencia administrativa y técnica-económica. 4- Promover la instalación de plantas de beneficios en el interior del país, a efectos de aumentar el valor agregado de los productos. 6- Promover polos de desarrollo minero regional. 7- Orientar a la minería nacional hacia la producción de minerales básicos, estratégicos y críticos en una primera etapa, para luego acceder a competir con el mercado externo.
Señor Presidente, a lo largo de más de 30 años he venido sosteniendo en forma muy leal, de que la única visión desde donde podemos alentar las políticas mineras de Estado que el país necesita para poner en valor nuestros recursos mineros, es aquella que nos obliga a retomar las banderas del ideario de futuro con el que fue concebido el desarrollo minero nacional, en los gobiernos de Domingo F. Sarmiento y Juan D. Perón (I – II Plan Quinquenal).
El tema de discusión no sólo debe agotarse en la minería como actividad, sino en los acuerdos celebrados para efectivizar la enajenación de nuestros recursos mineros.
Tal cual lo señalan los especialistas, los 500 millones de toneladas de cobre, las 300.000 toneladas de plata, las 10.000 toneladas de oro y las 123 millones de toneladas de carbonato de litio que posee nuestro país como reservas mineras, representan un valor económico potencial de U$S 1.376.998.869.440. Es decir, 4 1/2 veces la Deuda Externa Argentina. Esto debe llamarnos a la reflexión.
Lo que me moviliza a dirigirme a usted es la solicitud de que como país soberano, podamos dar cuenta de la dignidad con la que defendemos nuestros recursos minerales y con la que somos capaces de proteger, los beneficios a obtener por la cesión de nuestra riqueza minera. Un programa de fomento debería ser el primer paso para alumbrar los minerales y alumbrar las reservas de minerales, relacionados con la pequeña minería y minería artesanal. Apostar a un proyecto minero nacional que privilegie el desarrollo de la mediana y pequeña minería, representa avanzar inequívocamente hacia un modelo de producción nacional.
Por Héctor Velázquez Alvarez, Ingeniero Civil en Minas.