Para algunos se trató de una fiesta electrónica pero para otros, incluidos sus directivos, sólo se trató de un evento cultural dirigido a los jóvenes que preveía distintas expresiones artísticas, acompañadas de una música y una iluminación muy particular. El tema es que todo esto, de una u otra manera, aconteció la semana pasada en la Casa Natal de Sarmiento, sitio icónico de la ciudad de San Juan en el que se puede observar el lugar y las condiciones en que creció y vivió Domingo Faustino Sarmiento, uno de los máximos próceres sanjuanino y de la nación. 

La polémica sobre la referida fiesta se desató cuando representantes de varias entidades vinculadas a la conservación del patrimonio histórico cultural señalaron que un evento de estas características podría llegar a ser perjudicial para la estructura de la Casa Histórica debido a las grandes vibraciones que la música provoca a ciertos niveles. Entre las entidades que advirtieron la situación está la Asociación Amigos de la Casa Natal de Sarmiento y Accodepas (Asociación Civil para la Conservación y Defensa del Patrimonio Sanjuanino), quienes por estos días han mantenido una serie de reuniones, junto a otras entidades como el Mozarteum Filial San Juan, legisladores provinciales y nacionales, historiadores y periodistas para determinar acciones a seguir dentro de la tarea que se han encomendado de preservar este y otros monumentos históricos que existen en la provincia. 

La Casa Natal de Sarmiento comenzó a ser construida por iniciativa de Doña Paula Albarracín, madre del prócer, en 1801 en el sector de la ciudad conocida como El Carrascal. En 1910, el Gobierno nacional declaró a esta típica casa de estilo colonial Primer Monumento Histórico Nacional. Al año siguiente, es decir el 4 de abril de 1911, se decretó la creación del Museo y Biblioteca de la Casa Natal, fecha a partir de la cual este lugar ha sido visitado por millones de personas. 

El tema de la preservación y el cuidado de la estructura de la casa ha sido siempre una gran preocupación para las distintas administraciones. Fue a consecuencia de esto que en 2010 se creó la Peatonal Maestro de América, frente a la Casa Natal, para impedir el tránsito vehicular, especialmente, el de colectivos por las vibraciones que provocaban y las grietas que se habían comenzado a producir. 

La intervención de entidades como Accodepas, que encabeza el arquitecto Jorge Cocinero, o los Amigos de la Casa Natal, presididos por Elena de Conti, como también del Mozarteum filial San Juan, representan una buena manera de ejercer la custodia social del patrimonio histórico cultural. Más allá de las buenas intenciones que puede haber habido entre los organizadores, hay algunos conceptos básicos que no se pueden desconocer ni transgredir. Antes de actuar, ya sea autorizando o formando parte de la organización, hay que tener en claro los efectos que puede tener un evento de estas características o consultar a los organismos con más experiencia. Cuidar el patrimonio histórico cultural es deber de todos por lo que hay que evitar excederse de los parámetros de lo que se considera normal.