Luego de cuatro años, se elimina parte de los impuestos internos que se aplicaban a los vehículos 0 km de pasajeros. La quita corresponde a la primera escala, que alcanzaba a los modelos con precios comprendidos entre los 380 y 800 mil pesos antes de impuestos (valor de venta a concesionarios). En precios de lista al público la referencia estaba apenas por debajo de los 600 mil hasta un poco por encima del millón de pesos.
Estos vehículos recibían un gravamen del 10 %, que termina aplicando en un 11 % aproximadamente sobre el precio final del modelo. Mientras tanto, los que se ubiquen por encima de los 800 mil pesos (antes de impuestos) continuarán recibiendo el 20 % que ya tenían desde el año pasado.
El otro cambio que se anunció para los impuestos internos es que la base imponible no será determinada de forma arbitraria, sino que su piso y modificaciones posteriores se tomarán de un índice de precios al consumidor.
Este impuesto había aparecido en el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con argumento de frenar las importaciones y detener la fuga de divisas. Pero los porcentajes eran más altos y terminaban aumentando los precios finales en un 42 %, para los de la primera escala, y en casi un 100 %, para los de la segunda.
Hasta que estos cambios sean publicados en el Boletín Oficial, es difícil que alguna marca de a conocer una nueva lista de precios al público. Se estima que recién a partir de la semana que vienese empiecen a entregar los nuevos valores exactos de 0 km.
De todos modos, los SUV, vehículos de moda en la actualidad, son los que más se beneficiarán de estos cambios. La gama media de estos, con modelos como el Peugeot 3008, recientemente lanzado, el Hyundai Tucson, el Honda CR-V, los Toyota RAV-4 y SW4, el Ford Kuga, Chevrolet Captiva, Kia Sportage y Jeep Compass, entre otros, son los que deberían bajar de precios.
Hay casos en los que, según indicó cada marca en su momento, ya fue contemplada la quita de la primera escala del impuesto al presentar la renovación del modelo. Por ejemplo, Volkswagen al lanzar la nueva generación del Tiguan y Kia cuando presentó la renovación de la gama Sorento.
Otros modelos de marcas generalistas, como los sedanes mediano grandes también se beneficiarán de esta eliminación. El Peugeot 508, el Ford Mondeo, Volkswagen Passat, el Honda Accord y el Toyota Camry. En esta lista hay que incluir al Honda Civic aunque sea un mediano.
También deberían bajar de precio algunos vehículos familiares, como los Citroën C4 Picasso y Grand Picasso, el Ford S-Max y el nuevo Toyota Innova. De hecho, la marca japonesa había anunciado que le devolverá la diferencia de dinero a aquellos clientes que ya hayan adquirido uno (lo hará con cualquier modelo comprado desde el primero de noviembre y que haya sido alcanzado por la primera escala del impuesto).
Las marcas premium también recibirán el impacto de los cambios tributarios. Las gamas bajas de Audi (A1 y Q2), BMW (Serie 1) y Mercedes-Benz (Clase A) dejarán de ser alcanzadas por este impuesto. Distintas opciones de Smart y Mini también deberán bajar sus precios. Y otros fabricantes como Volvo y Alfa Romeo también se verán afectados por esta modificación.
Pero habrá otros modelos que aumentarán de precio. Y son aquellos cuyos precios estaban “pisados” para que justamente no caigan en el rango tributario. La mayoría son las versiones tope de gama de medianos de producción nacional, como el Chevrolet Cruze, el Ford Focus, el C4 Lounge o el Peugeot 408. Otros medianos como el Volkswagen Vento, Toyota Corolla o Nissan Sentra también tendrán movimientos alcistas en las opciones más equipadas de sus gamas.
En la misma situación se encuentran varios SUV compactos. Las versiones “full” del Jeep Renegade, Honda HR-V o Hyundai Creta, entre otros, seguramente tendrán un pequeño ajuste hacia arriba en sus precios de lista.
De todos modos, habrá que esperar hasta la semana que viene para empezar a ver, con las primeras listas de precios oficiales en mano, cómo se va acomodando la oferta del mercado local.