
Una performance "posporno" realizada por alumnos sanjuaninos en la Universidad Nacional de Villa María, en Córdoba, generó un escándalo durante la semana en gran parte del país. En el encuentro, un hombre y una mujer simularon tener relaciones sexuales, mientras se escuchan gemidos. Tras la polémica, el rector de la institución aseguró que "fue en el marco de un intercambio académico".
¿Qué es el posporno?
Nacido en España, el posporno es una respuesta que se originó en ciertos sectores feministas contra el porno tradicional, al que considera una manifestación de opresión hacia la mujer.
Basada en el pensamiento del historiador de las ideas, psicólogo, teórico social y filósofo francés Michel Foucault, esta iniciativa ve al porno tradicional como una forma que responde a la concepción de una sexualidad heteronormativa (donde lo heterosexual es lo normal, sexo equivale a coito y los genitales son vistos como la única zona erógena del cuerpo).
Frente a esa situación, la pospornografía propone una deconstrucción de género, donde las distintas dicotomías (masculinidad-femineidad, varón-mujer) se consideran posibilidades y no esencias.

El posporno se rebela así contra el catálogo estricto del porno tradicional, que divide a su producción en categorías tales como heterosexual, homosexual, bisexual.
Para el posporno, esas categorías responden a un relato convencional y normatizado. Frente a eso, los cultores del posporno indican que la característica del deseo es la multiplicidad, que hace que no pueda ser categorizado mediante términos tan estrictos.
El posporno nació en el año 2002 a través de un blog de pornografía alternativa basada en los mencionados postulados que se mantuvo activo durante cinco años.
En ese blog fundacional, creado por las españolas Agueda Bañón y María Llopis, se publicó un manifiesto que postulaba la necesidad de hacer saltar por el aire los estrechos corsés encerrados en las identidades sexuales y las fantasías eróticas.
En ese marco, el posporno se constituyó en una suerte de “arma de combate” contra las concepciones del porno tradicional. Y, presentado como tal, fue el eje de una muestra que se llevó a cabo en 2012, la primera de varias llevadas a cabo en los últimos años en Buenos Aires en distintos espacios culturales alternativos.
