El terrorista del Estado Islámico que mantiene tomado un supermercado de la pequeña localidad de Trebes, en el Sur de Francia, reclamó la libertad de Salah Abdeslam a cambio de la liberación de rehenes.
¿De quién se trata?
Abdeslam es un jóven francés de 29 años, nacido en Bélgica y de padres marroquíes, que es el único sobreviviente de los yihadistas que planificaron y llevaron a cabo los ataques del 13 de noviembre de 2015 en Paris en los que murieron 130 personas.
Abdeslam logró mantenerse prófugo durante 126 días, antes de ser arrestado el 18 de marzo de 2016 en Molenbeek, un barrio pobre de Bruselas.
Encarcelado en la mayor prisión de Europa, al sur de París, en Fleury-Mérogis, fue acusado principalmente por asesinatos terroristas.
Salah Abdeslam se ha negado sistemáticamente a responder a las preguntas de los investigadores. Sus primeros abogados, el francés Frank Berton y el belga Sven Mary, acabaron por renunciar a defenderlo a causa de ello.
Por su presunta participación en el alquiler de vehículos y de matrículas y en el transporte de miembros de la célula yihadista por toda Europa, Abdeslam se perfila como un eslabón esencial en la preparación y realización de los atentados de París.
Su cinturón de explosivos fue encontrado en Montrouge, cerca de París, unos días después. ¿Rechazó activarlo, como dijo a sus allegados antes de su arresto, o era defectuoso, como parece probar la investigación?
“Está forjándose un personaje de héroe negro”, declaró a la AFP Gérard Chemla, abogado de las partes civiles. Hasta el punto de haber recibido en prisión cartas enviadas por ciudadanos anónimos en las que le alaban y a las que ha contestado.
Mientras espera la condena por un juicio que se le sigue en Bélgica por un tiroteo que protagonizó con la policía cuatro días antes de su arresto, Abdeslam permanece en régimen de aislamiento en la cárcel parisina y una cámara instalada en su celda lo vigila las 24 horas del día