Con perfil bajo, pero con mucho trabajo aplicado y una búsqueda personal para lograr lo que considera un sonido de óptima calidad para su guitarra suene "tan fuerte como un trueno", Juan Antonio Ferreyra o simplemente JAF, supo ganarse su lugar en la historia del rock y del blues argentino. Desde su paso con Riff, aquel mítico grupo conformado por Pappo, Vitico y Oscar Moro, hasta el presente, emprendió toda su carrera como solista, aunque hizo muchos cruces con varias figuras destacadas a lo largo de las décadas. A sus 62 años de edad, no deja de preocuparse por mantenerse en forma, tanto física como espiritualmente y siente que tiene mucho para dar a los nuevos exponentes del género que vienen detrás. En una gira que viene desde Río Cuarto y San Luis y que luego irá por Mendoza y San Rafael, JAF le otorgó únicamente a los sanjuaninos dos funciones para devolverle con gratitud el afecto que recibe esta provincia cuyana. DIARIO DE CUYO dialogó con él antes de los espectáculos de esta noche.
– ¿Qué destaca del público sanjuanino cuando lo escucha?
– No dista de lo que son otros espectadores en de todo el país. Pero a veces, hay mundos especiales, donde lo reciben al forastero, en este caso yo, con un gran hospitalidad. Por eso es un enorme placer para mí volver a San Juan, después de muchos años. En todas las oportunidades que vine, siempre fui recibido excelentemente bien, con mucha generosidad. Estoy súper agradecido.
– ¿Cómo transitó esta pandemia que ya lleva casi un año?
– Por su puesto en el confinamiento, me quedé trabajando mucho en casa, con mis instrumentos y con la composición, fijando las bases necesarias para construir mi nuevo álbum discográfico que próximamente estaré por lanzar con seguridad este año. No tiene nombre este álbum todavía, pero seguramente habrá una linda sorpresa para todos. Me la pasé haciendo también, mucho streaming para los fans con mi hija Virginia.
– ¿Cómo se adaptó a la virtualidad como alternativa?
– Tuve mucha ayuda por mi hija, para comunicarme con las redes sociales, a relacionarme y trabajar con tiketeras digitales para producir actuaciones para el país y para el exterior. La verdad que no aprendí casi nada porque el trabajo cibernético estuvo a cargo de Virginia. No estoy digamos concentrado en todo eso, porque es mucha información para mí y dado que estoy metido en otras ocupaciones, como mis autos, mis motos y mis guitarras (risas).
"Siempre tengo la mejor predisposición para con mis fanáticos y agradecerles todo lo que hicieron por mi durante toda mi carrera".
– ¿Y cómo es ese mundo fierro que tiene reservado para usted?
– Bueno, soy técnico electromecánico, hice un año de ingeniería y me gusta mucho la física aplicada a la mecánica. En todos mis vehículos meto mano para mejorar los motores, su performance y les hago reformas. Por otro lado, pongo en orden mis guitarras y amplificadores con los demás adminículos para que pueda lograr el mejor sonido posible.
– ¿Cómo afronta en el cuerpo el paso del tiempo?
– Indudablemente es una ley natural, algo muy lógico que ocurra. Entonces lo acepto y me cuido mucho para poder vivir sin tener inconvenientes inesperados. Hago deporte, como lo más sano posible y así me permite hacer más de 90 mil kilómetros cada año, hace más de 28 temporadas. Siempre tengo la mejor predisposición para con mis fanáticos y agradecerles todo lo que hicieron por mi durante toda mi carrera.
"Hay mundos especiales, donde lo reciben al forastero, en este caso yo, con un gran hospitalidad. Por eso es un enorme placer para mí volver a San Juan".
– ¿Cómo ve la escena del rock y del blues argentino?
– Creo que hay lugar para todos, siempre puedo dar un paso al costado para que se muestren los nuevos artistas y esto es para mí importante. Una de las funciones que puedo realizar sin temor al equivoco, es allanar el camino para los que vienen, estoy siempre dispuesto para eso. Son muchas las ocasiones que me invitan a hacer charlas en colegios o talleres musicales para los pibes y siempre les digo que sí, porque me parece que puedo hacer algo útil para ellos. Trato de inculcar siempre el trabajo, la dedicación, el cuidado de la salud, que las acciones de uno pueden molestar al que está al lado y esto es pensar en cuidar al otro. Y desde lo artístico, que hagan lo que sienten mejor, ser auténtico con uno mismo. Quiero dar lo mejor de mí a las nuevas generaciones con el afán que ellos, el día de mañana sean superiores y más fuertes que yo.
– ¿La mística de Riff sigue presente en su interior?
– Siempre tengo un lugar especial para recordar aquel disco que grabé 1985 que se llama Riff 7 con los muchachos. Es emblemático para la historia del rock nacional y gracias a Dios fui parte como cantante, como autor, compositor y guitarrista. Soy orgullo de esa experiencia de la Espada Sagrada y Elena X. Lo recuerdo con gran añoranza. Porque aquel viejo sonido que hacíamos los cuatro arriba del escenario, era muy especial y que nunca más podrá volver, porque evidentemente, eso se hizo con los cuatro juntos (JAF, Pappo, Vitico y Moro); fue y será único e irrepetible.
DATO
- Jaff. Dos funciones: A las 22.00 en Nativo. Reservas: 2645689953 (Ignacio de la Roza y Av. Rawson). A las 23,30 en Santa Lucía (Viñas de Tocota) Reservas (264-4366161 / 264-5783303). Entrada $600.