Cristina López atraviesa su séptima década haciendo lo que más le gusta hoy: actuar. Es actualmente una de las pocas actrices de su generación activas en escena, como parte de un elenco. A cargo del unipersonal ‘Magdalena’, una obra que pone el foco en el rol de las mujeres en los "50, despliega su histrionismo para esta pieza estrenada en 2014 que reponen en Sala TeS (ver aparte) con dirección de Ada Valdez y Claudio Salisneyem.
Su historia con el teatro comienza de adulta, después de toda una vida a la docencia en escuelas para personas sordas, cuando se jubiló. Cristina decidió no postergar más sus ganas de acercarse a las artes escénicas y se apuntó como alumna de la Universidad para Adultos Mayores donde realizó varios talleres y se quedó con el de teatro. Así comenzó un camino que llevó a encontrarse con distintos personas, elencos y escenarios. ‘Por fin pude ser yo misma, aún haciendo de otra’, confesó con una amplia sonrisa en esta charla con DIARIO DE CUYO.
‘Mi familia es bastante histrónica, a mi madre le gustaba imitar a Édith Piaf, Nini Marshall… siempre me gustó pero nunca tuve tiempo. Cuando era joven estaba nada más que Oscar Kummel, a quien le debemos el teatro sanjuanino, y estaba trabajando mañana y tarde, por eso cuando me jubilé empecé’ contó.
Así, apenas entrada a los 50 se lanzó a las tablas y aunque ha sido parte de muchas obras, algunas de ellas premiadas, no se considera una actriz profesional. Y ahora regresó a la Universidad de Adultos Mayores. "Volví a salita de cuatro (risas), estoy en un grupo también con todas mujeres grandes, estamos preparando La casa de Bernarda Alba’, contó. ‘Me falta mucho, esto es aprender a medida que uno va haciendo, soy una autodidacta’, dijo Cristina y precisó: ‘José Annecchini diría que me falta pararme en la luz (risas), nunca lo hice. Siempre me paraba en otro lado. Me falta también hacer personajes variados, hice varios distintas, pero me falta más recorrido escénico. Un personaje que quería hacer es el que estoy haciendo ahora, siempre dije que no me podía morir sin hacer Lorca y estoy haciendo a ‘Bernarda’, esa soy yo’.
Para Cristina, en San Juan hay ‘mucho respeto por las actrices mayores, hasta cierta admiración’, por lo que con ese cobijo del ambiente ha desarrollado alegremente su pasión y considera que hacer teatro a esta edad es una ventaja.’Yo soy soltera, pero incluso para la mujer casada, los hijos están grandes, los nietos también, entonces pueden dedicarse a esto, que es como un desahogo, para ser uno mismo, representar lo que le gustaría ser y no es’. Y aclaró que también disfrutó de su tiempo de maestra de sordos sin que su cuenta pendiente con el teatro lo opacara.
‘Me sentí realizada también en ese momento, como ahora con el teatro. Esto es lo que me llena, lo hago con muchísimo gusto, era una materia pendiente y me siento realizada. Quiero hacer teatro hasta que me muera’, afirmó López,
Sobre cómo es enfrentarse a un estreno, a la preparación de una pieza teatral actualmente, Cristina se sinceró: ‘Hasta antes de la pandemia era fantástico, ahora me cuesta un poco, soy más grande en primer lugar y pasé dos años sin actividad y a mí me afectó mucho. He podido volver a memorizar, tenía mucho miedo de no poder volver a hacerlo’ contó la actriz, que cuenta entre los últimos títulos de los que participó a Conversaciones con mamá (dirección José Annecchini) y a la ganadora de la Teatrina, Noches de Epifanía (dirección Ariel Sampaolesi).
En Magdalena, personifica a una mujer de los años "50 que comienza a cuestionar algunos mandatos de la época. "Es casi una revolucionaria. Esta mujer está en conflicto con todo esto que le obligaron a hacer, la formaron en esto, la obligaron a cumplirlo y llega un momento en que dice basta. Creo que represento a muchas mujeres a las que les hubiera gustado plantearse esto también’ aseguró sobre el papel, que es su primer unipersonal. El texto es de Mauro Molina y según contó López, se basó en "La guía de la buena esposa’, que escribió Pilar Franco en los años ’50 con indicaciones para las mujeres, insólitas hoy en día: ‘Luce radiante, Procura verte feliz, Escúchalo: recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos’ decía por ejemplo.
"Es increíble que esto se haya escrito y enseñado. Yo era niña, pero es el ambiente en el que me crié, es lo que viví. El autor nos contó que fue un homenaje a sus abuelas y sus tías , a quienes siempre veía en actitud sumisa y de ama de casa perfecta. Entonces su personaje desafía esos mandatos’ desglosó Cristina que valoró que los tiempos hayan cambiado. "No soy absolutamente feminista, por mi edad, pero sí pienso que la mujer ha progresado mucho, se ha dado su lugar. Tuvo que salir a trabajar, me parece bien que comparta con los hombres cosas como la crianza de los hijos o el mantenimiento de la casa. Yo soy soltera, siempre hice lo que quería hacer, pero de lo contrario, hubiese entrado en conflicto con alguno de esos mandatos. No estoy de acuerdo con ellos, incluso en esa época me hubiera revelado un poco también’ comentó esta mujer alegre, decidida y orgullosa de lo que ha conseguido artísticamente hasta ahora y que está dispuesta a ir por más.
El dato
Magdalena. A las 20 hs en Sala TeS (Juan B. Justo Sur 335) Entrada anticipadas en eventbrite.com.ar: $650; en boletería $800.