Ivan Rakitić no llegó al partido en las mejores condiciones posibles, aunque dentro del campo no lo hizo notar. Completó los 120 minutos más adicional que se disputaron en Moscú y fue testigo directo de la hazaña de Croacia, que eliminó a Inglaterra para meterse en su primera final de una Copa del Mundo.
"Anoche (por el martes) tuve bastante fiebre, casi 39º. Estuve tendido en la cama sacando fuerzas para poder jugar y mereció la pena", explicó el talentoso mediocampista croata. Y no mostró arrepentimiento por hacerlo. "Jugaría la final sin una pierna si hiciera falta", completó.
A modo de conclusión, se refirió al favoritismo de Inglaterra y las declaraciones de sus futbolistas: "Ellos creían que ya estaban en la final. Bueno bien, que sigan haciendo lo mismo. Nosotros jugaremos el domingo contra Francia".